El zarandeo de la Ponferradina al Málaga CF el pasado domingo ha abierto varios debates. Más allá del resultado, la imagen ofrecida por el equipo de José Alberto en el Toralín fue irreconocible. Tanto el entrenador como el director deportivo, Manolo Gaspar, coinciden en que la versión del equipo dista mucho de la verdadera identidad que los blanquiazules están construyendo a lo largo de la temporada. José Alberto tiene ante sí el primer crucigrama por resolver: ¿Cambio de sistema?, ¿Revolución en el once? ¿Fortalecer el centro del campo? ¿Darle un voto de confianza a los mismos del Toralín?
El cambio de Dani Barrio tras el partido en Almería pilló a muchos con el pie cambiado. El guardameta venía de hacer buenos minutos, pero José Alberto confirmó que en base al rendimiento observado, Dani Martín se ganó el sitio. El debate está servido ya que el portero blanquiazul encajó cuatro tantos en Ponferrada. Las estadísticas son claras, ambos han recibido cuatro goles en contra si bien Dani Martín los ha recibido en dos partidos.
En la línea defensiva más de lo mismo. Sin excepción, los cuatro integrantes en El Toralín estuvieron bastante lejos del nivel ofrecido hasta la fecha. En el Bierzo se produjo el mayor derrumbe de la retaguardia. Fragilidad, nerviosismo, dudas y falta de concentración generalizada. En nombres propios: Víctor Gómez no tuvo la mejor de sus tardes, Pey y sobre todo Juande, rindieron a un nivel bastante inferior a lo acostumbrado y Cufré también se vio superado en su banda. Difícilmente se esperan grandes cambios en esta zona del campo, pero no es descartable que Javi Jiménez vuelva al once ante la necesidad de recuperar un punto de garra que no se vio en Ponferrada.
La sala de máquinas, el centro del campo o el motor del equipo griparon. Los focos están puestos en esta posición porque la fórmula híbrida entre Escassi y Jozabed no funcionó en el Toralín. Ese doble pivote acabó superado por la superioridad numérica plasmada por la Ponferrada y también por una mayor intensidad y velocidad de juego del rival. En El Molinón, con la previsible vuelta de Luis Muñoz, habrá que esperar si hay una modificación en la medular con la entrada de algún elemento más, véase Ramón, Genaro o un inédito Ismael Gutiérrez, o si José Alberto mantiene a los dos malagueños en el centro del campo.
A continuación el sudoku gana en dificultad. El Málaga es el tercer equipo de la Liga SmartBank que más disparos a puerta ha efectuado en este inicio de competición. Y es el que más lanzamientos ha realizado hasta la fecha con 88. Pese a ello, solo ha marcado cinco goles y no ha jugado ningún minuto ni Sekou ni Pablo Chavarría, a priori los delanteros titulares de José Alberto.
Con esas premisas y bajo el paraguas más utilizado del 1-4-4-2, el técnico asturiano debe elegir cuatro posiciones para cuatro puestos. Kevin y Paulino son los favoritos en los extremos. Han salido de inicio en todos los encuentros, pero es cierto que lejos de La Rosaleda no han estado a la altura de las circunstancias. Algo más Kevin. Es cierto que se abren opciones en caso de que el canterano no salga de inicio: Brandon Thomas, ya jugó algo en Ibiza o Antoñín que estuvo algo más acertado en Ponferrada en esa posición.
En el costado derecho Paulino de momento parece inamovible. Dos goles, jugador que mas ha lanzado a puerta hasta la fecha y ante la baja de Haitam por sanción, la presencia pero ausencia de Hicham y un Jairo que no termina de arrancar, nadie le tose al santanderino.
Si el sistema no se altera, si José Alberto continúa con su modelo de juego, el asturiano debe colocar dos delanteros. Siempre ha sido así. Sin Sekou y sin Pablo Chavarría. Hay lo que hay. Roberto y Antoñín, Brandon y Antoñín, Brandon y Roberto o alguna que otra combinación posible. En Gijón llega el primer crucigrama por resolver, el primer movimiento de pizarra, los primeros reajustes tras el batacazo en Ponferrada. Cromos por cromos o cambio de sistema.
