Muchos debates golpean al Málaga CF tras sus dos últimas derrotas. La debacle del Bierzo y la desilusión en Asturias no hacen sino acrecentar las dudas en torno a la plantilla blanquiazul. No obstante, hay un jugador que, de forma negativa, ha dejado de estar en cualquiera de las controversias. Tres partidos sin rastro de un Jairo que apuntaba maneras.
La temporada del santanderino apuntaba maneras. El prometedor arranque en la campaña estival de encuentros amistosos así lo reflejaba. Autor de dos tantos durante estos choques y muy participativo en labores ofensivas y defensivas. A pesar de ello, la temporada la arrancó como suplente.
En la primera jornada frente al Mirandés participó durante 23 minutos, entrando al terreno de juego en lugar de Roberto. En el segundo encuentro ante la UD Ibiza fue más determinante: 28 minutos en los que otorgó a Luis Muñoz la asistencia del primer gol malaguista en Can Misses.
Frente al Alcorcón, el jugador santanderino tuvo su participación más efímera hasta la fecha. Solamente disputó un minuto cuando el partido tocaba a su fin. Todo lo contrario a lo ocurrido la jornada siguiente ante el Almería, donde tendría 44 minutos en la primera derrota del conjunto de Martiricos al entrar en el descanso sustituyendo a Kevin.
Desde entonces, nada más se supo de Jairo. Un jugador que solía entrar en todas las quinielas para formar parte del once titular o ponía las cosas difíciles a sus compañeros de posición. De momento no solo no ha conseguido ninguna titularidad, sino que ha habido encuentros en los que se ha ido totalmente en blanco en su cuentakilómetros.
José Alberto no parece tenerlo como uno de sus hombres de confianza, y así lo está reflejando por el momento. Tres partidos -Girona, Ponferradina y Sporting- sin rastro de un Jairo que parecía preparado para tirar del carro malaguista este curso, pero que de momento no está pudiendo ayudar a su equipo de la forma en que seguramente querría. El puesto en el once se paga muy caro.
