Radio MARCA Málaga revive el ascenso del Málaga B a Segunda con sus protagonistas

La Pizzeria Frascati, testigo de un reencuentro histórico

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Un programa para hacer historia. Así ha sido el reencuentro del Málaga B en la Pizzería Frascati. Dos horas de Radio MARCA Málaga en las que Juanito, Nacho, Juan Rodríguez, Calatayud, Álex Geijo y Juanma repasaron los mejores momentos de una etapa dorada en la cantera del equipo de Martiricos. Aunque hayan pasado ya casi 20 años, siguen siendo héroes del malaguismo. Un conjunto boquerón que acababa de volver a la élite del fútbol español cuando una generación de canteranos, en su mayoría malagueños consiguieron colocar al filial en Segunda en la campaña 2002-2003, con Antonio Tapia a la cabeza. 

Así recuerda cada uno aquellos maravillosos años. Anécdotas, motes, vivencias, un programa para volver a escuchar entero.

Nacho Pérez : “Era un equipo que estaba hecho para estar en Tercera y acabamos en Segunda División, con muchos jugadores malagueños”

“Quería dar las gracias a Radio MARCA Málaga por esta iniciativa de juntarnos a unos cuantos. A ver si nos vamos de vez en cuando más. Cuando nos vemos, nos llevamos una alegría enorme; parece que el tiempo no ha pasado. Ojalá se pueda repetir en el futuro, y que la próxima vez puedan venir más compañeros. Hay muchas anécdotas que no se pueden contar. La alegría que hay aquí es la que había en ese vestuario: un grupo con la ilusión y sueño de ser profesionales. No solo llegar a Primera, sino hacer grandes carreras en el futbol profesional”. 

Sobre Tapia: “En los viajes, Tapia nos paraba en cualquier sitio para currar: en una gasolinera, parking o donde sea. Antes del partido porque no había dinero para alojarnos”.

Sobre Juanito: “A Juanito ya lo veis: una persona inteligente y eso lo llevaba al campo. Bien colocado siempre, sus defectos los neutralizaba, y luego no tiene problemas en decir las cosas a la cara. Cuando alguien se equivocaba, era el que menos se callaba. Habría venido muy bien un Juanito en el vestuario actual. No decía las cosas para hacer daño, sino porque siempre había alguno que se despistaba. Ejercía de líder y siempre lo hacía”.

Fue demasiado santo: “Ahora pienso que como jugador tenía que haber disfrutado más. Quizás he pecado de ser demasiado estricto. Cuando llegaban las doce de la noche yo ya tenía que estar en casa”.

Álex Geijo: “Llegué de otro país y esa noche ya me quería quedar para siempre”

“Soy el único de fuera y hacía mucho tiempo que no veía a esta gente. Estamos todos iguales. Por suerte, me mantengo físicamente. Tengo recuerdos de fútbol, de lo que no es fútbol (risas). Salí de mi país solo, con 20 años, y nunca es fácil salir de tu casa: con un idioma nuevo y que no dominas bien. Vine de prueba y me acogieron aquí como si llevara diez años. 

Tampoco me acuerdo tanto como mis compañeros, pero sí que en Irún nos pegaron un baile y pensamos que era imposible ganar. Y luego acabamos subiendo

El delantero fue el más dicharachero: “En Ceuta mojé doble porque marqué gol y a la vuelta conocí a mi mujer. (Risas)

Sobre Juan Rodríguez: “Pegaba unas buenas hostias en el entrenamiento, siempre tenía discusión con él, con cualquier cosa. Él terminaba y tan pancho, se olvidaba de todo. Siempre he sido muy competitivo. Era un todocampista, aunque en aquella época jugaba más adelante. Abarcaba mucho campo y tenía un gran físico.

Juanma: “Los años de la cantera fueron los mejores de mi carrera”

Muchas veces lo digo: los años del filial para mí fueron los mejores de mi carrera. Luego tuvimos la suerte de jugar en Primera, pero esos años no se olvidan porque éramos un grupo de amigos, de la misma edad; compartíamos además muchas cosas. Conseguimos ser una piña y la verdad que todos tenemos recuerdos muy bonitos”.

Sobre Tapia: Recuerdo lo que dice Juanito como si fuera ayer: perdimos 2-0 y estaba sentado en el vestuario, y Juanito y el míster de pie, echando cuentas. En ese momento dijo Tapia que lo teníamos jodido, siempre quería mas. Acabábamos de subir por el descenso administrativo del Granada. Siempre quería aprovechar nuestras virtudes. Nos ponía videos y lo que decía, pasaba. Ganamos al Linares y quedamos segundos; estaba convencido que en la liguilla íbamos a dar un paso adelante y así fue.

Sobre Calatayud: “Calata ha sido el mejor portero que hado la cantera del Málaga en los últimos años. Llego a debutar en Primera e hizo carrera muchos años. Dominaba el área, muy bueno bajo palos, mejoró con los pies en el paso de los años. A nivel personal, fue la primera persona que me acogió en Málaga. Él tenia un piso y siempre estaba con él. Íbamos juntos, salíamos; le tengo que agradecer que mis primeros días fueron más fáciles gracias a él.

Tapia, la clave: Fue el entrenador que a esta generación nos dio el impulso para ser futbolista. Llevábamos varios años en Tercera y su llegada nos dio el empujo. Empezamos a trabajar cosas que nunca habíamos hecho: nos ponía videos… y siempre acertaba. Nos tuvo un día 40 minutos trabajando el saque de banda. Tan perfeccionista con esos detalles, éramos muy buenos pero nos faltaba cuidar esas cosas.

Juan Rodríguez: “Tapia fue clave en mi carrera”

“Es una etapa muy bonita. Cada vez que nos juntamos la recordamos. Yo jugaba más adelantado y tenía la suerte de marcar, pero por los compañeros que tenía”. 

“Hubo un partido en casa contra el Algeciras que perdemos 0-5 y después dijo el míster que no nos preocupásemos, que era un accidente y que si nos metíamos en liguilla subíamos. Creíamos en nosotros mismos, llevábamos mucho tiempo jugando juntos y con una mirada en el campo nos entendíamos. Se nos puso la cosa complicada, pero el equipo creyó, se entró en el playoff y ascendió”.

“Tapia fue muy importante para mí. Era una persona clave y, aparte de ser entrenador, es docente. Sabe tratar con chavales, el grupo era una familia y cuando nos poníamos el mono de trabajo currábamos. Y si tenía que discutir en beneficio del equipo y sin malos rollos se hacía. En ese sentido, Tapia es muy currante. Si se tiene que tirar tres, cuatro horas lo hacía. En el autobús nos poníamos a ver los vídeos del rival con una cinta y después los nuestros. Si el viaje duraba tres horas y media eran tres horas y media de vídeos”. 

“Nosotros éramos una familia y nuestros padres tenían muy buena sintonía entre ellos. Fue de los mejores años de mi vida”.

Juanito: “La llegada de Geijo al grupo fue clave”

“De Tapia podríamos hablar de todo, es un visionario en todo lo que decía. Podríamos poner mil anécdotas. “Allí hacemos esto, esto, esto” y ganábamos. Solo una vez lo vi pensando que no cumplíamos el objetivo. Llegamos al tercer partido del playoff con una victoria, dos derrotas y cuando terminó dijo “estamos jodidos”, pero ganamos los tres siguientes. Él siempre veía lo que los demás no, en eso era un visionario”.

“Ese año subimos los del grupo cuarto. Geijo nunca se acuerda de nada, pero hay dos personas que cambian ese equipo: Tapia y Geijo. Siempre nos faltaba ese ‘9’. Quizás era la posición en la que más costaba. La llegada de Geijo dio esa posibilidad, 20 goles son muchos. Sin embargo, el héroe del ascenso fue Adán, que no jugó en toda la temporada, marcó los goles del playoff y al año siguiente se marchó”. 

“Con Geijo tenía muchas anécdotas. Yo creo que éramos responsables dentro de la edad, pero siempre le decíamos “si metes y ganamos podemos salir por la noche”, ahí están los veinte goles –bromeó-. 

“Geijo, tienes que marcar que nosotros nos encargamos de nuestra portería”. Era un caso aparte y te tenías que reír”.

Calatayud: “Tapia me enseñó cosas que me sirvieron toda la carrera”

“Lo bueno que tuvo ese equipo es que éramos un grupo de amigos. La mayoría éramos de Málaga y un grupo de amigos que jugaba bien al fútbol. Recuerdo que Geijo, desde el primer día, se sintió como uno más y me decía que quería quedarse aquí. Eso era un grupo de amigos y tuvimos la suerte y el desempeño para llegar a Segunda”.

“Nosotros veníamos de otra liguilla de ascenso y pasaron cosas muy extrañas. Al final llega un filial a un momento tan importante y ese respeto iba contigo. No eran del todo favorables los rivales y veían que éramos chavales. Recuerdo perder en Algeciras con dos penaltis en contra y Tapia decía “los equipos que llegan muy sobrados nunca ascienden, son los que llegan en las últimas jornadas”. 

«Había partidos buenos y malos, pero siempre competimos en todos los campos. El equipo estaba bien conformado y eso nos llevó a poder ascender, fue súper emocionante»

«Una de las cosas que me enseñó Tapia fue sacar siempre por delante del defensa para ahorrarle el control. Recuerdo hacerlo de otra manera y llevarme una bronca del míster al principio. Luego ya lo hice así siempre el resto de mi carrera»

«Tapia llegaba con su coche, que era el más viejo de toda la plantilla y le ponía un anclaje que llegaba del volante al embrague. Siempre nos reíamos mucho con eso. Pero es un ejemplo de lo metódico que era. Lo hacía todo igual de bien, siguiendo siempre unos pasos»

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