No llegó a rodar el balón cuando la afición ya estaba poniendo al marbellí en su sitio. Al canto de ‘Ontiveros, pesetero‘, la grada de La Rosaleda puso punto y final al culebrón. El malaguista tiene clara una cosa: la plantilla ilusiona. Si a eso se suma que el canterano de moda hizo otro encuentro brillante, el mensaje es claro: Ontiveros, ¡el malaguismo prefiere a Kevin!
El chaval de 20 años volvió a hacerlo. Si el día de su estreno como titular frente al Mirandés fue de ensueño, la tercera jornada no se quedó atrás. Quizás no estuvo tan participativo como en el primer envite, pero supo aprovechar cada momento que tuvo en el verde. Su ya conocida calidad ofensiva fue complementada por el compromiso defensivo.
Kevin Medina volvió a poner sobre la mesa el amor por su camiseta. La entrega y tesón que demuestra no es ninguna broma, y así lo supo transmitir a la grada. En ataque, se pudo apreciar a un Kevin mucho más suelto. Con el balón en los pies gambeteaba, proponía y regateaba como si se tratara de un veterano de la categoría: se le veía con mucha confianza. En numerosas ocasiones superó a un Laure que ya viene de vuelta, y que tiene muchísima más experiencia. En defensa, también recuperó balones cruciales y que denotaron muchísimo sacrificio.
La guinda al pastel pudo llegar con uno de sus golpeos marca de la casa. Ya tuvo uno igual frente al Mirandés. Un disparo desde la esquina del área que estrelló en el larguero, y que hizo que todos los aficionados se levantaran de sus asientos y lo ovacionaran como se merece.
El malaguismo confirmó lo que ya era conocido: esta plantilla ilusiona, y ningún desplante va a acabar con esa emoción que la afición imprime a los partidos. Además, a través de sus cánticos -en algunas ocasiones coincidiendo con jugadas del joven canterano blanquiazul- dejaron claro que ya tienen elegido, y a mucha honra. Que quede claro Ontiveros: ¡el malaguismo prefiere a Kevin!