Los centros laterales y las acciones a balón parado. Son los dos grandes enemigos del equipo de José Alberto defensivamente hablando. Por aquí se desangra el Málaga. Los números no engañan y el cuadro blanquiazul ya acumula ocho dianas en contra a balón parado. Casi el 50%.
El Málaga tiene un problema en las jugadas de laboratorio. Le supo hacer daño el Real Oviedo, la Real Sociedad B y el Cartagena también si queremos incluir el penalti o la falta directa de Rubén Castro.
Entre lanzamientos de esquina, penaltis y balón parado, el equipo de José Alberto ha sufrido ocho goles en contra. Para ser más preciso, tres de ellos han llegado en lanzamientos de esquina, dos goles tras el rival botar faltas laterales, uno de falta directa y otros dos desde la pena máxima.
Tras los duelos en Huesca y en Valladolid, el Málaga parecía recuperar la fortaleza. Bajó la media de gol en contra y el equipo daba atisbos de hacerse fuerte. Todo fue un oasis.
La caja de los horrores se volvió a abrir en Oviedo, pero es cierto que este mal casi histórico en los últimos años en el Málaga ya se produjo con anterioridad en otros escenarios durante la presente temporada. Por ejemplo en Almería o en Ponferrada.
En los Juegos del Mediterráneo el 1-0 llegó de cabeza tras un centro lateral de Akieme. Sadiq se impuso sobre Juande y batió a Dani Barrio. El 2-0 en una falta lateral. Errores defensivos y gol de Chumi. En Ponferrada, más de lo mismo. los de Bolo anotaron por medio de Naranjo el segundo tanto en un córner donde el Málaga se mostró tremendamente blando y luego Yuri también firmó gol de penalti.
En la penúltima salida, Borja Bastón se vistió de héroe para el Real Oviedo. Es cierto que la retaguardia blanquiazul favoreció su lucimiento. Su primera diana vino en un córner donde se adelantó a un frágil Lombán y ya el 2-1 llegó en un centro lateral donde la defensa blanquiazul no lo ve venir.
A renglón seguido, en La Rosaleda, gol de la Real B. También tras un córner. Sangalli, el más pequeño del Sanse puso el 0-1. Tres goles en días. Tres dianas en centros laterales o a balón parado.
Al que no quiere caldo dos tazas. En Cartagena más errores a balón parado. ‘Penaltito’ de Víctor Gómez. El 2-0 en una falta lateral. Álex Gallar sirve un dulce, pero es cierto que Pablo Vázquez se adelanta a Genaro y cabecea la bola dentro de Dani Martín. El 3-0. Otro gol a balón parado. Rubén Castro fusila a Dani Martín que ve como la bola entra por su palo.
El balón parado, el centro lateral, la estrategia. Enemigos íntimos del equipo de José Alberto que ve cómo por aquí se desangra defensivamente el Málaga.
