En la planificación del Málaga durante la 22/23 ha habido muchas incógnitas. Una de ellas fue Víctor Olmo, que se quedó en verano. Pepino, el hombre que lo cambió todo en el puesto de lateral izquierdo.
En plena confección de plantilla hubo una posición en debate constante. Se trata del carril izquierdo malaguista. En una idea en la que se iba a jugar con carriles, Víctor Olmo se podía ajustar a la perfección.
Manolo Gaspar dudó en fichar algún jugador para ese puesto y ceder al gaditano a Primera RFEF. El empecinamiento de Guede en ‘Pepino’ frenó cualquier tipo de incorporación y se quedó como jugador del primer equipo del Málaga.
La mala suerte para Olmo fue que el pasado mes de octubre cuando se produjo la lesión que le iba a apartar de la temporada casi al completo. Se quedó Javi Jiménez en único opositor al puesto.
Al ver el rendimiento el ex del Mirandés, Pepe Mel consideró fichar a un lateral zurdo. Ahí llegó Lumor, que su paso dejó mucho que desear. El ghanés fue despedido tras abrirle un expediente disciplinario, aunque dentro del verde fue más objeto de burla que de elogios.
Ahora, tras meses de recuperación de la lesión de cruzado, se asoma al verde. Fue un nombre clave en la planificación del Málaga que entró a debate entre Pablo Guede y Manolo Gaspar. El rendimiento de Javi Jiménez no fue el esperado y ni mucho menos Lumor estuvo a la altura, por suerte apareció Cristian Gutiérrez en el filial. El marbellí, a día de hoy, es indiscutible.
Pepino el breve