Arranca otro fin de semana de cuentas y partidos paralelos hasta que llegue el duelo del lunes. El Málaga – Huesca echará el telón a una nueva jornada de LaLiga SmartBank. En el vestuario malaguista, donde Pellicer ha instaurado el optimismo, se mira con atención cada partido. El objetivo es ganar, está claro, pero todo el mundo es consciente de que hace falta meter a más equipos junto al Málaga en el barro del descenso. El plan Mirandés ha fallado. Los de Exteberría han ganado dos partido seguidos escapando a las cuentas hechas en el vestuario del estadio de La Rosaleda.
La plantilla y Pellicer ha puesto el foco en otros tres equipos. Sporting, Villarreal B y Leganés. Alguno de ellos tiene que ponerse a tiro. Los asturianos tienen un partido teóricamente sencillo ante el Lugo en casa. El equipo del Anxo Carro quedó matemáticamente descendido ante el Málaga, quizás sin presión puede rendir mejor. Otro de ellos, el Leganés tiene una difícil salida en Tenerife. Los de Ramis aún no están salvados y el cuadro pepinero ha vuelto a coquetear con los fantasmas que costaron el puesto a su entrenador, Imanol Idiakez, hace algunas semanas.
El tercero en discordia es un filial del Villarreal al que el Málaga tiene el golaverage ganado. Equipo joven que se sentía salvado y que ha acumulado cinco jornadas sin ganar. Tiene además un calendario poco agradable. Nadie olvida al Racing, está claro que los de José Alberto están metidos en la pelea. El plan de Pellicer y del Málaga pasa por meter en el barro de la pelea por el descenso a al menos tres equipos más. Pueden ser estos, los más factibles, pero puede ser también el que menos se lo espere. La Segunda está que arde y quedan cinco jornadas para que se sepa el desenlace. El Málaga es el que mejor llega y las cifras lo avalan.
