Probablemente no hay nadie mejor en el club blanquiazul que Sergio Pellicer para hacer una radiografía deportiva y personal de Juande Rivas. Cuando el cordobés dio su primer paso como jugador de la cantera del Málaga CF allí estaba el de míster de Nules. Ahora, años después el prisma es distintos. Todos han crecido.
No ha sido un año fácil para nadie. Las lesiones han aparecido en buena parte del campeonato y en demasiados jugadores. Juande es uno de ellos. En septiembre padeció problemas en sus isquios y el año pasado tuvo hasta cinco dolencias distintas. Problemas en su bíceps femoral de la pierna izquierda y en el gemelo derecho. Contratiempos que impidieron ver un buen nivel del ya jugador profesional. Con el rol de canterano ya enterrado, ahora hay una mayor exigencia, una mayor exposición. De eso habló Pellicer.
«A Juande lo conozco desde que era canterano. Estaba cansado y ya se le notaba. Siendo profesional se te juzga como uno más. Hoy ha demostrado su nivel. Tendrá que pelear por su puesto«, comentó en sala de prensa.
No hay que olvidar que precisamente con Pellicer en el banquillo es donde se vio la mejor versión de Juande. El defensa se consolidó en el primer equipo a base de minutos y confianza en el verde. Ambos debutan a la par. Ante la Ponferradina allá por noviembre 2020. No le tembló el pulso al entrenador en darle la alternativa al canterano que ya se ha hecho mayor y ahora a Pellicer le toca dar más consejos de padre para recuperar a un futbolista que ante el Real Zaragoza dio atisbos de encontrar su mejor versión.