El Málaga intuye, porque no es una certeza, que LaLiga le va a abrir la mano en varios temas. Como ya adelantó Radio MARCA Málaga, tener un salario límite en torno a los seis millones de euros y poder superar las 21 fichas inscritas son los deseos más preciados de Manolo Gaspar y la dirección deportiva. Mientras ello ocurre, en las oficinas de La Rosaleda no quieren pisar en falso. Hacer las cosas bien tiene su riesgo. El Málaga tiene apalabrado a varios jugadores cuya oficialidad la irá haciendo poco a poco. Las envidias y rencores están a flor de piel en una Segunda División que lleva más de un año de competición y que todavía no sabe cuales son sus tres ascendidos y sus cuatro descendidos. Paciencia y buenas maneras deben ser las armas del Málaga en este mercado estival.
El club de Martiricos es consciente de que la salida de Al-Thani ha cambiado la mala percepción que se tenía sobre la entidad en materia de negociaciones. Manolo Gaspar sabe que si este año tiene un nuevo ‘caso Okazaki’, el prestigio del Málaga CF quedaría herido de muerte ante futbolistas, representantes e intermediarios. Además, el Málaga necesita resolver la situación de Mula y José Rodríguez. Jugadores que están por delante de los que lleguen a la hora de ser inscritos.
De hecho, una de las piedras con las que ha tenido que batallar la dirección deportiva a ha sido la de la confianza. Lo ocurrido el curso pasado no se puede repetir. El Málaga no dará ningún paso en falso que pueda comprometer de nuevo su futuro. Las conversaciones están siendo duras y algún movimiento se ha complicado más de la cuenta por este asunto. Es precisamente este punto, lo único que separa a Luis Muñoz de poder renovar su contrato con el equipo de Martiricos. Paciencia y buenas maneras son las armas del Málaga en este mercado estival.
