Autocrítico como ninguno y exigente consigo mismo. Así es Dani Pacheco, que habló sobre su rendimiento, con altibajos desde su llegada, pero también sobre su posición en el césped, la llegada con aire fresco de Pellicer o la opinión del vestuario con el tema manido de Al-Thani.
Comenzó refiriéndose a su nivel individual. El malagueño siente una especial deuda con la afición. Su mentalidad es quedarse mucho tiempo, por lo que tendrá tiempo para mostrar su talento, que no es poco: “El rendimiento que se exigía es mayor y quiero darlo. Doy todo para ello y quiero estar aquí. Quiero que siga el rendimiento bueno de algunos partidos. En lo personal, que se hagan más partidos como alguno que ha habido”.
El fútbol se juega con los pies, pero se rinde con la cabeza. Quizás esas dudas y falta de confianza hizo mella en el jugador, sometido a una presión y a un listón que no benefició a su juego: “He sido crítico conmigo mismo. Cuando he estado bien, es mi trabajo, y cuando estoy mal, admitirlo y estar mejor. Es verdad que he tenido ocasiones para golpear, y por la confianza he intentado un pase porque no estaba mentalmente bien. Tengo buen golpeo y debería intentarlo más”.
El asunto derivó en su colocación dentro del campo y en los esfuerzos que realiza en una u otra posición. Curiosamente, y para sorpresa de muchos, en la banda realiza menos kilómetros que en un lugar más centrado: “Al final de los partidos nos dan los datos individuales físicos. Puedes pensar que en la banda se corre mucho. Con Víctor tuve ese extra de jugar ahí y eso aumenta tu rendimiento. Luego ves los datos y veo que he corrido más por dentro que por banda. Por ejemplo, Adrián es el que más corre en todos los partidos. Su pico de velocidad no es el de Hicham, pero es el que más corre. Prefiero por dentro porque en cada acción te puede llegar siempre el balón y en banda lo coges menos”.
Con la llegada de Pellicer, Dani varía su puesto, aunque con más incidencia desde el extremo izquierdo. El míster ha dado tranquilidad, donde solo se habla de “fútbol”. A ello se unió las “recuperaciones de lesionados” y la mejora de la “estabilidad del club”, además de los resultados, por lo que todo ha ido rodado.
Es por ello que el vestuario no piensa en Al-Thani y sus tropelías, sino solo en lo deportivo: “En el vestuario hay normalidad. Después de una derrota inesperada por todo lo que dimos tenemos que recuperar el ánimo para jugar este sábado. De Al-Thani no se habla ni antes ni ahora, aunque antes se escuchaba mucho. Hay días con reuniones e informaciones, pero ahora hay más tranquilidad y es más positivo”.