Hace tiempo que el Málaga CF carece de líderes. La barrena judicial ha dejado al club de Martiricos perdido sin más rumbo que el de sobrevivir curso a curso sin intentar morir del susto por el camino. No hay director general, no hay portavoz con carisma y evidentemente no hay presidente. Todo ello hace que el conjunto de La Rosaleda tenga que quemar figuras individuales para ilusionar a su afición. Primero fue el turno del administrador, luego le tocó a Manolo Gaspar y ahora es el turno de Pablo Guede. El entrenador es la nueva imagen a la que el malaguismo se agarra para ilusionarse con el curso 2022-2023.
José María Muñoz ha perdido fuelle. El administrador, héroe después de echar a Shaheen por la puerta que merecía, ha ido decreciendo en popularidad a medida que la pelota ha dejado de entrar en la portería. Ni siquiera el lavado de imagen de Tebas en LaLiga Genuine le ha vuelto a colocar en el escaparate. Ese que tenía cuando anunciaba a los cuatro vientos que comía patatas fritas con huevo en su despacho. Eran días de vino y rosas en los que el malaguista pensaba que la era Al-Thani iba a finalizar en breve. Después de eso, le tocó a Manolo Gaspar.
Como con Muñoz, el paleño fue elevado a los altares y considerado un Dios. El club aprovechó el asunto y nació el tira de genio. Una campaña en la que todo se apostaba a la figura del director deportivo. Manolo Gaspar ha demostrado que es terrenal. Sus fallos en este curso, algunos inexplicables como el fichaje de Natxo González o el ahorro de un millón de euros en el mercado invernal, han hecho que ya no tenga ese aura de infalible. Parte de la afición tendrá que ser reconquistada este verano.
Ahora es el turno de Pablo Guede. El argentino ha empezado bien. Parece que conseguirá la permanencia. Sus toques de atención a la plantilla y sus mensajes cancheros en los medios de comunicación han conectado rápidamente con el público. Una afición que le idolatra con motivo por lo que significaron sus goles en los 90. Guede ha tomado el testigo de Manolo Gaspar como nuevo héroe malaguista. Ojalá el club sepa arroparle algo más de lo que hizo, por ejemplo, con Sergio Pellicer. El Málaga ha tenido nueve entrenadores en las últimas cinco campañas.
Menos mal que alguien lo dice. Valiente Juanje!
Creo que es un buen diagnóstico,pero temo que no se acabe hasta que se finiquite el culebrón de los juicios
Esperemos que los dirigentes del club hayan aprendido de lo que pasó con Pellicer. Y con Pablo Guede y dos o tres buenos fichajes para la próxima temporada podamos volver a ilusionarnos con el Málaga y aspirar a volver a la categoría de oro.