Hay leyes no escritas en el fútbol, pero como si lo estuviesen. Una de ellas es ‘la del ex’. De una derrota pocas conclusiones positivas puedes sacar, aunque no tanto cuando se trata de Pablo Chavarría. El ariete argentino sigue siendo la sensación del Málaga y así lo demostró frente al Mallorca. El que fuera futbolista del cuadro balear disparó un obús que sorprendió a Manolo Reina en el 67′ para romper la red y el muro rojillo: los de Luis García acumulaban 737 minutos consecutivos sin encajar gol.
Desde la derrota en la primera jornada contra el Rayo Vallecano -quien venció al Málaga con un abultado 4-0-, el conjunto bermellón daba a sus rivales la sensación de muro infranqueable. El buen hacer de su línea de cuatro –Joan Sastre, Valjent, Raíllo y Cufré– y el malagueño Manolo Reina bajo palos, y con el brazalete de capitán en su brazo izquierdo, acaparaban todos los méritos. Pero Pablo Chavarría, aliado de la ‘ley del ex’, quiso decir todo lo contrario: al Mallorca se le puede marcar.
El fusilazo con la pierna diestra supone uno de los goles en clave malaguista de la temporada. No solo por la acción en sí, sino por lo que supuso. El fallido punto de inflexión en la búsqueda de los puntos, ya que esa ilusión perduró poco en el tiempo. A los pocos minutos, Dani Rodríguez remató el marcador con un buen tanto en el que Juan Soriano apenas pudo hacer nada.
