Apenas unos minutos es lo que han tardado en acabarse las entradas visitantes para el Granada – Málaga del lunes. El malaguismo ha vuelto a dar otra lección de fe. Una más. Desde las cinco de la mañana han habido aficionados haciendo cola en las taquillas de La Rosaleda. Una fila que llegó a cruzar la esquina de la tienda del club a eso de las 10 de la mañana. El propio Málaga CF tuvo que anunciar en sus redes sociales que ya no siguiesen llegando aficionados, puesto que estos últimos iban ya a tener imposible acceso a las entradas para el derbi andaluz de Segunda.
Son muchos los aficionados que se han quejado por las pocas entradas disponibles o por la obligación de tener que ir fisicamente a sacar un ticket para el partido. Todo tiene su explicación. El Granada ha dado 650 entradas para el choque. Esto se debe a que el club nazaorí tiene este año muchos más abonados que en otras ocasiones. La cifra supera los 15.000 en un estadio que tiene aforo para menos de 20.000 personas. Los porcentajes están claros, no hay margen a dar muchas más entradas de visitante. Es cierto que antaño fueron 3.000 los malaguistas que llegaron a viajar en 2019, pero en aquella época el Granada no tenía tantos abonados.
La otra queja, la de las entradas solo en taquilla, también tiene su explicación. Todas las entradas visitantes tienen que ser nominativas y tienen que ser vendidas presentando el DNI de la persona que va a acudir al partido. Por lo que no hay opción a ser vendidas online. Hay que recordar que la mitad de las entradas ofrecidas por el Granada han ido destinadas a las peñas, reduciendo así también el número de las que se han podido poner a la venta hoy en La Rosaleda. El malaguismo ha vuelto a dar otra lección de fe.
Que buenos vasallos, que gran afición, ay, si tuviéramos buen señor!!
Ningún accionista, ni mucho menos el administrador judicial, se merece esta afición, que tanto da y tampoco recibe.