Momentos convulsos en la parroquia malaguista. Los resultados no llegan, y ya van 3 meses sin que el Málaga CF gane en La Rosaleda. No hace tanto de la última victoria -ante el colista a domicilio-, pero la racha es apabullante. Un solo triunfo en las últimas once jornadas dan argumentos para tener miedo en cuanto a la clasificación se refiere. Natxo González reflexiona sobre su propio efecto y plantea varios escenarios posibles para los de Martiricos.
En la rueda de prensa previa al encuentro ante el Cartagena, el propio entrenador reconoció que sus inicios no han sido los mejores ni tampoco los esperados. «Hay cambios en los que llega un entrenador y los siguientes partidos se ganan. Y luego se vuelve un poquito a caer. Hay otra opción que es que llega uno, hay un efecto inmediato y se mantiene hasta el final». Tras haber aclarado estos dos primeros casos, desmarcándose de los mismos, fue más conciso y recalcó cuál es el que tiene el Málaga.
«Hay otros en los que llegas, no hay efecto inmediato y creas un efecto más sólido a corto plazo, como es en este caso el tiempo que queda de temporada. Me hubiera gustado tener 9 puntos nada más llegar, pero creo que estamos creando algo sólido, estoy convencido», declaró dejando ver que su planificación va más allá de lo que atraviesa el equipo actualmente.
Por otro lado, quiso mirar hacia el futuro. A pesar de la necesidad de puntos que adolece el Málaga, el vitoriano quiso hacer un llamamiento a la calma con un mensaje más esperanzador de aquí al final de la temporada. «¿Por qué no podríamos tener unas últimas jornadas buenísimas? En eso creo y en eso estamos. Me hubiera gustado empezar mejor, pero hay que pensar que cuando entras a un sitio hay que ver el tiempo que queda. Si hubieran quedado 8 jornadas no habría marcado los mismos objetivos que hago con 18 jornadas desde que llegué. Parece que el efecto del entrenador no es positivo, pero igual estamos creando algo sólido para esas 10-12 últimas jornadas. El tiempo dirá si es así o no».
Un Natxo González que reflexiona sobre su propio efecto, y que deja entrever cuál es su hoja de ruta de aquí a que termine la temporada. El lunes, una prueba de fuego espera a los de Martiricos ante el Cartagena del todopoderoso Rubén Castro. Un nuevo examen para medir el nivel del equipo.
