Munir saborea desde la distancia un momento inolvidable en su carrera. En el año más complicado de la historia reciente del Málaga, el cancerbero marroquí conquistó el Zamora de Segunda de la temporada 19/20, tras encajar solo 29 goles en los 38 partidos en los que actuó, con un promedio de 0,76 tantos por encuentro. Fue el gran éxito de la temporada más difícil de un Málaga en crisis que propició la salida este verano del propio Munir con destino al fútbol turco: «Este premio lo recojo yo, pero demuestra el gran esfuerzo y compromiso del grupo el año pasado en un año complicado. Es un recuerdo que llevaré siempre en mi corazón. Las claves son el esfuerzo, el sacrificio y que lo importante no era encajar gol. Hubo compromiso del equipo tanto con el club como con nuestra afición. Sin ellos no podríamos haberlo conseguido».
El mérito de ganar el Zamora sin estar arriba es algo de lo que presume Munir: «El objetivo de otros compañeros que ganaron el Zamora fue mayor, pero para nosotros lograr la salvación fue mucho». El Zamora de Segunda tiene 31 años y conquistó el trofeo al menos goleado de la categoría. El meta marroquí debutó en el Ceuta allá por 2008 y tras fichar por el Almería, militó en el Melilla, Numancia y Málaga, club al que llegó después de disputar en Rusia el Mundial 2018 con Marruecos. Este verano tuvo que salir de la entidad costasoleña por la grave crisis económica y fichó por el conjunto turco del Hatayspor, aunque su sueño es acabar su carrera deportiva en España. «Me encantaría un día volver a la mejor Liga del mundo».