Acudiendo al juego de palabras con su apellido, Manolo Reina la portería del Málaga. Es la conclusión que sacas bajo palos de la pretemporada blanquiazul. Carlos López debutó con el primer equipo en Chapín y será la tercera espada -buen gesto de grupo su momento con el Trofeo Ciudad de Granada-, mientras que Rubén Yáñez luchará a lo largo de las 42 jornadas por resucitar un debate que, a día de hoy, está muerto. Ayer se vio al de Villanueva del Trabuco ser el líder atrás, parar dos penaltis en la tanda y sacar de quicio a la afición del Nuevo Los Cármenes en el otro fútbol.
Desde los gestos de la arenga previa al pitido inicial hasta el momento en el que Jozabed selló el 2-3 final en la batalla de los once metros. En todo ese rango de tiempo apareció un ‘1’ vestido de amarillo transmitiendo seguridad en el juego aéreo, fiable en el uno contra uno -atajó el que hubiese sido el 1-0 de Arezo– y con nervios de acero en salida de balón. Sin embargo, queda la incógnita de si pudo salir en la acción previa al gol de Antonio Puertas y algún momento de frenética para el recuerdo regateando a centímetros de su guarida.
No obstante, los galones se vieron en la psicología fatídica. Tocó con la manopla diestra el primero de Bryan, detuvo el segundo de Rochina, adivinó la intención de Petrovic y aceptó el regalo de Ignasi Miquel en la cuarta pena. Ya en el quinto le engañó José Callejón, pero la madera hizo de las suyas para el interés boquerón. Está llamado a ser crucial y lo está demostrando donde lo tiene que hacer, porque la realidad a una semana de arrancar LaLiga SmartBank es que Manolo Reina la portería del Málaga.
Se le vio con experiencia. Jugando ese otro partido que hay que dominar en cada momento. Y transmitírselo a la defensa. Hizo buenas paradas. Me gustó en general.