El malaguismo difícilmente perdona a Javi Ontiveros, sentenciado tras su fichaje frustrado en el pasado mes de agosto; un giro de guion complicado de digerir por lo que suponía la incorporación del marbellí. Ontiveros faltó a su palabra con Manolo Gaspar a última hora, con la coartada de tener un hueco en la máxima categoría del fútbol español. Seis meses después, no solo se vio obligado a bajar una categoría, sino que reforzó al Fuenlabrada de Sergio Pellicer, rival directo del Málaga para salvar la categoría.
Quien no parece guardar rencor a Ontiveros es el propio Manolo Gaspar. El director deportivo habló hace un par de días en Onda Cero y recordó aquel desenlace, incluso justifica la postura del jugador de rechazar al Málaga a última hora y no descarta una nueva intentona para hacerse con el extremo:
«Por supuesto que lo volvería a hacer, siempre y cuando crea que el jugador va a aportar. Al final te encuentras con muchas circunstancias diferentes. Lo de Ontiveros es una cosa que me dolió y a todo el mundo, pero por otra parte entiendo al jugador porque su misión era jugar en Primera. Me duele el fallo entendiendo la postura del jugador; por eso cuando hablé con él le dije que no podía decirle nada, que le entendía. Su objetivo era ese. A última hora apareció Osasuna y se fue para allá», aseguró al respecto.
El Cartagena, próximo rival del conjunto de Natxo González, también es testigo de cómo se las ingenia Ontiveros de cambiar su decisión a última hora: un acuerdo cerrado con el conjunto murciano, pero sus problemas de inscripción no hicieron dudar al marbellí para volver a cambiar de destino y acabar en Fuenlabrada.
Por favor no tenemos dignidad, ni para lo bueno ni para lo malo… así nos va. Lo único que demuestra es que somos un equipo mediocre sin orgullo estemos en primera o en tercera.
A los que hacen algo bueno por nosotros siempre tendrán nuestro apoyo y nuestra ayuda en los momentos malos… a los otros …. adios… muy buena… cada uno en su casa y Dios en la de todos.
Si, como tu sigas volveremos a desaparecer, y no podrás pasear tu Ego por calle Larios