Mientras el Málaga CF muestra unos excepcionales números como local, nadie le ha ganado y ningún equipo le ha metido gol, el equipo de José Alberto López es bastante vulnerable como visitante. Dos caras. Dos versiones. Lejos de casa, es un cerrojo fácil de abrir para los rivales. Y es que en las cinco jornadas disputadas más allá de Martiricos, el Málaga nunca ha dejado su portería a cero. Es más, es el equipo que más goles en contra acumula como visitante. Once en cinco jornadas.
El Málaga encaja una media de dos goles por partido (2,2). Datos preocupantes y que definen la fragilidad del equipo de José Alberto a domicilio. En Ibiza empezó la cuenta. Allí recibió dos goles. Doblete de Bogusz en los minutos 19 y 61.
A renglón seguido tocaba un exigente desplazamiento: Almería. El guion de partido ya es conocido por todos. Una expulsión local y una posterior torrija de los de José Alberto. Con todo a favor, el Málaga encaja dos goles y pierde el partido. Goles en el 51′ y en el 58′.
La mayor zozobra se mostró en Ponferrada. 4-0. Es la mayor goleada en contra hasta la fecha. Al descanso el equipo balnquiazul ya caía por 2-0 y prácticamente nada más salir de vestuarios, en el minuto 53, ya encajó el 3-0.
En Gijón también recibió dos goles. Es cierto que es un encuentro marcado por la expulsión de Escassi, pero el Málaga con uno menos llegó al descanso con 0-1 y ventaja en el marcador. El cambio de sistema y el paso atrás dado en El Molinón, mostró que el Málaga es un cerrojo fácil de abrir. Solo 14 minutos tardó el Sporting en poner el 1-1. Ya casi al final de partido, después de un esfuerzo titánico, los malaguistas cayeron con el 2-1 de Gaspar Campos.
Este viernes redujo la sangría de goles. Descendió la media de dos por partido. Un paso adelante importante. Con un tanto en contra y una buena actuación del portero, hay más posibilidades de firmar puntos. De momento, la vuelta de vestuarios sigue dando problemas. El Málaga no se muestra tan vivo como requiere la ocasión y en Zorrilla encajó gol en el minuto 53. Casi en el primer acercamiento del rival. Ya suma cinco goles en esa franja de minutos. Del 45-60. A domicilio, el Málaga sufre y tiene frío. Mantiene un cerrojo abierto. Un candado que debe ser cerrado para empezar a tener mayor seguridad como visitante.