Burgos, Amorebieta, Ibiza… y Sanse. Los cuatro novatos de Segunda le pintan la cara al Málaga 21/22. Es la cruda realidad y otra de las patologías que muestra el proyecto deportivo de Martiricos, que cada vez tiene peor aspecto. Ni la tímida reacción ni Álvaro Vadillo ni la fortuna del balompié favorecieron al lado boquerón en el triunfo del filial txuri-urdin doce fechas después sobre el verde de Anoeta, donde no lo hacía… desde la primera jornada.
Quizás en dicha estadística, las más dolorosas son las que llegaron en La Rosaleda. El Amorebieta se subió a la gabarra de Gorka Guruzeta, mientras que el Ibiza de Paco Jémez se montó una fiesta nocturna con una goleada histórica (0-5), cuya herida todavía no ha cicatrizado en la Costa del Sol. Y la del Burgos fue dura, pero la de anoche puede suponer un antes y después con el divorcio total entre afición y plantilla -la tensión vivida esta mañana es muestra de ello-.
La cuestión no solo está en la clasificación, lo que verdaderamente preocupa es la nula e inexistente capacidad de margen que demuestra la remodelación de Natxo González. Son nueve goles encajados en los últimos cuatro compromisos… y solo uno a favor, el de Antoñín en La Romareda. Y hablando de cuatro, todos los novatos de esta temporada en Segunda le pintan la cara al Málaga.