Los mirlos blancos del Málaga en el mercado de invierno

No es el mejor escenario para encontrar joyas, pero de vez en cuando los mirlos blancos del Málaga llegaron vía mercado de invierno. Desde Fernando Baiano a Tete Morente, son varios los jugadores que han llegado al Málaga CF por estas fechas y que posteriormente su rendimiento supuso un plus de calidad a las plantillas.

Quizás los más nostálgicos recuerden la llegada de Fernando Baiano. Un futbolista que prometía, pero que no tuvo continuidad por problemas en una rodilla, en un tobillo y en el corazón. El delantero carioca firmó en el mercado invernal de la campaña 2004/2005 con Antonio Tapia a los mandos de la nave blanquiazul. Su alta supuso también la baja del centrocampista Ivan Leko. Nueve goles en los diecisiete partidos que jugó en esa campaña.

Su nivel fue excelso y ese Málaga agónico acabó en zona media. Pese a que el club tuvo una opción de compra para ejecutarla encontró numerosas trabas hasta que finalmente no pudo ejecutarla.

Inolvidable el carrusel de fichajes que llegaron en el primer mercado invernal del jeque. Demichelis, Willy Caballero, Camacho o Julio Baptista llegaron tras las Navidades para salvar a Pellegrini y para empezar las bases de un Málaga de ensueño, pero con base de arena.

En 2012, Carlos Kameni aterrizó el 14 de enero. Primer y único fichaje invernal en esa campaña. Su pelea con Pochettino, por aquel entonces técnico del Espanyol, le abrió la puerta a Málaga. Movimiento estratégico y que supuso un plus en la portería. Willy Caballero y él eran los dueños de la meta. Competencia por la titularidad ya que no se contaba con Rubén.

Acción, reacción. Monreal puso rumbo a la Premier League y el Málaga tuvo que buscar un sustituto de manera inminente. La dirección deportiva tiró de recursos y firmó la cesión de Vitorino Antunes. A renglón seguido, El Málaga lo compró por 1,25 millones de euros a final de temporada. El lateral portugués llegó procedente del Paços de Ferreira. Un rendimiento inmediato y que dejó un gran regusto en La Rosaleda.

Hasta dos etapas y casi una tercera. Hablamos de Nordin Amrabat. Su cesión fue clave en el buen rendimiento de los blanquiazules en la segunda vuelta, disputando 15 partidos, anotando dos goles y ofreciendo cinco asistencias. Al año siguiente pudo regresar pero poco más de cuatro meses después de su fichaje, el Málaga se quedó sin él. Un refuerzo de lujo. El guía ofensivo del Málaga CF y uno de los jugadores más carismáticos.

Chory Castro. El uruguayo llegó también en la ventana de invierno de la campaña 2015/2016. Tras rescindir con la Real Sociedad, firmó un contrato de dos temporadas y media. Una pieza importante para el Málaga de Javi Gracia. Terminó su contrato y el club optó por no renovarlo. ‘Overbooking’ en esa posición, pero el uruguayo disputó 73 partidos y anotó seis goles.

Los mirlos blancos del Málaga en el mercado de invierno son contados. Tete Morente es el claro ejemplo. Llegó al conjunto blanquiazul gratis y siendo una pieza secundaria del Lugo. Apenas tenía presencia y renació en Martiricos. Fichaje a coste cero y el Málaga hizo caja con él. Su baja cláusula de rescisión, que no superaba el millón de euros, fue demasiado tentadora para el gran nivel que ha ofreció el futbolista.

Hace dos temporadas llegó Febas. También lo hizo Álvaro Vadillo. Ambos futbolistas dieron un rendimiento importante en el tramo final del curso. Con asistencias importantes o incluso goles, los dos fueron piezas significativas en la consecución de la permanencia la campaña anterior.

Como último nombre destacamos a Lago Junior. El extremo llegó en una situación crítica del Málaga CF en la temporada 2022/2023 con el objetivo de salvar al equipo. Lastimosamente, no lo consiguió. El marfileño ‘cayó de pie’ en Martiricos y se hizo con el cariño de la afición boquerona con cuatro goles en sus primeros encuentros. Finalmente, terminó jugando 17 encuentros. En verano se marchó al Racing de Santander.