La paupérrima imagen que tuvo el Málaga CF 21/22 tuvo muchas aristas, protagonistas y culpables. Sin poder destacar a uno por encima del resto, la falta de puntería fue probablemente el principal cáncer del equipo. Sin ser exclusivamente responsable, el llamado a ser el cazador del área blanquiazul no tuvo su año. Ahora, en pretemporada, está siendo autor de goles que indignan al malaguismo.
Se trata de Sekou Gassama. El delantero hispanosenegalés no rindió, ni de cerca, al nivel que se esperaba con su contratación. Una cantidad de 700.000 euros desembolsó el club de Martiricos para hacerse con sus servicios, y tan solo 3 goles se sumaron a su casillero. Pues bien, no hay nada más malaguista que la ley de Murphy, y así está siendo.
Cuatro son los partidos que el Real Valladolid, equipo al que pertenece y del que procedía, ya ha disputado en lo que va de pretemporada. Igualando la cifra del pasado curso, ya son 3 las dianas que ha transformado. Sí, es cierto que los rivales no están siendo de gran categoría ante un equipo de Primera División, pero los datos están ahí. Respectivamente ha sido capaz de perforar la portería del Atlético Tordesillas, el Unionistas y la Ponfe. A pesar del inferior nivel de estos cuadros, ya ha dado más motivos para felicitarle que en toda una temporada completa en Málaga.
Son los goles que indignan al malaguismo, que con los brazos en jarra es incapaz de entender el porqué de la diferencia de rendimientos entre un curso y otro. Sin futuro aparente en Pucela el próximo curso en LaLiga Santander, Sekou hace los deberes contra todo pronóstico.
Bueno a los equipos a los que se los ha metido son de 1° reef , es decir, su categoría. Ahí lo haría muy bien , a un nivel semi-profesional.
Metió contra la Ponfe… Perobuebo, que es pretemporada. Habrá que ver que haría cuando la cosa se ponga seria.
De todas formas, creo que este se dejó ir muchísimo, y eso en un profesional no se puede permitir.
«Los goles que indignan al malaguismo»
A mi modo de ver , que titular más inapropiado.Suena a envidia, a no alegrarse de lo bueno que le pase a alguien.Ojalá que triunfe, los jugadores tienen, como cualquiera, sus tiempos mejores y peores.