Este año el equipo blanquiazul cumple su quinta campaña en la categoría de plata del fútbol español. El calendario hizo que el cuadro de Guede comenzase su primera batalla en Burgos. Un Burgos que marcó un potente cisma entre la afición y la plantilla del curso pasado cuando los blanquiazules no fueron capaces de ganar en La Rosaleda y certificar la permanencia. Comenzar con un triunfo es el objetivo del Málaga que ha vivido en los últimos años en Segunda División arranques y estrenos de competición con dientes de sierra.
Profesa el refrán gitano: “No me gustan los buenos principios”. Es cierto que puede generar cierta relajación o sensación de comodidad, pero el triunfo ayuda. Es indudable. Un escenario que en las dos últimas temporadas no ha podido firmar el Málaga CF.
El más reciente fue el punto de partida del proyecto de José Alberto. En La Rosaleda frente a su exequipo. Los malaguistas que dispusieron de grandes oportunidades no fueron capaces de perforar la meta rival (0-0). El Málaga de Pellicer, un año antes, naufragó en las islas (2-0). Un partido con hasta siete canteranos en la convocatoria y en una situación más que complicada. Funambulismo deportivo.
De sus cuatro últimas presencias en la categoría de plata, solo ha ganado en dos escenarios. El primer año del nuevo ciclo en Segunda con Muñiz y el estreno en Santander con Víctor Sánchez del Amo como técnico.
Los últimos arranques del Málaga CF en Segunda División
En el curso 2018-2019, Muñiz logró remontar un partido complicado en el Anxo Carro (1-2). Tras empezar perdiendo, Juankar en el 86’ y N’Diaye sobre la bocina le dieron la vuelta a un difícil encuentro. A esa victoria le sucedieron cuatro triunfos más. Pleno de 15 puntos.
El siguiente curso le tocó el estreno a Víctor Sánchez del Amo. El Málaga bordeó la alineación indebida en Santander, pero logró vencer por la mínima gracias al tanto de Adrián González (0-1). Después, los blanquiazules que seguían con graves problemas económicos y de gestión, acumuló diez jornadas sin ganar.
La campaña 2020-2021 queda marcada por el sufrimiento y el vértigo deportivo para los de Sergio Pellicer. De principio a fin. Los malaguistas echaron a andar en Tenerife. Un partido que corrió peligro de disputarse al tener dudas el club de poder inscribir a los fichajes. Multitud de canteranos y un Málaga que tiritaba cayó en el Heliodoro Rodríguez López (2-0).
La temporada pasada el Málaga no pudo vencer en su estreno (0-0). Nuevo proyecto. Nuevo entrenador y nueva meta. Todo se esfumó y acabó casi en peseadilla. José Alberto se estrenó en casa ante ‘su’ Mirandés. Un Málaga vertical, vibrante, con espectáculo, pero que no tuvo pólvora. Un mal que padeció todo el curso. Como nota positiva, la puesta en el escaparate de un Kevin que como toda la plantilla se diluyó con el paso de las jornadas.
