Lorena Cos, psicóloga deportiva y amiga de la casa, pasó por el micrófono rojo de Radio MARCA Málaga para comentar el aspecto mental de los últimos encuentros para el Málaga. Más concretamente, estuvo analizando los entresijos de la psicología blanquiazul.
¿En qué debe centrarse el equipo en citas de gran importancia? «Un aspecto clave. No hay que centrarse en lo que se puede perder, sino en lo que se puede ganar. Eso te dispondría a tener miedo. Si nos centramos en los puntos que tenemos por delante y nos puede acercar al objetivo, el enfoque es diferente. El fútbol vive del presente, así que hay que poner en juego todas las herramientas que tenemos».
La diferencia de estímulos entre jugadores. «La motivación no es para todos la misma. El estadio lleno o el acompañamiento de la afición a algunos puede estimularlos y a otros presionarlos. Los deportistas de élite tienen que combatirlo. El papel del entrenador y el mensaje que transmite en estos momentos es determinante en los jugadores».
El problema de mirar a largo plazo. «Es uno de los errores que se cometen. Empieza la temporada y ya nos centramos en el final. El que espera desespera, y el contexto ideal no existe. El deportista que fantasee con ello va a generar mucha más frustración. Hay que trabajar en el día a día sin proyectarse en el futuro en demasía. Va todo entrelazado, y hay que tratar de trabajar las mismas rutinas que hasta ahora para que el cerebro no piense por qué no se han hecho antes».
La labor del psicólogo deportivo. «Unas veces se gana y otras se pierde, que suena a tópico pero es así. Es muy bonito cuando se asciende, pero es como una montaña rusa. Ese punto de equilibrio mental y multidisciplinar es fundamental. Hacemos un papel de acompañamiento y de prevención. Nos acordamos de las carencias cuando ya estamos sumidos en el problema. Son aspectos que se pueden trabajar a lo largo de la temporada sin llegar con todo para el final».
¿Debe usar el Málaga algún vídeo motivacional?«El vídeo no nos va a regalar lo que no hemos podido hacer en todo el año. Sí que es cierto que bien diseñado y elegido en buen momento supone un estímulo. Pasa que no estamos todos en el mismo nivel emocional. A alguno puede suponerle un aliciente y a otro por ejemplo nostalgia o añoranza. No todos controlamos qué tipo de reacciones tenemos. El poder controlarlo es complicadísimo. Ahí nos la jugamos, y el revulsivo puede quedarse en que alguno tenga un nudo en la garganta. Si no pones vídeos nunca, no lo uses a última hora. Da la sensación de que el trabajo del día a día no es suficiente».