El Málaga ganó al Zaragoza con dos goles de sus delanteros, que también la saben meter. Hasta el partido en La Romareda sólo había anotado dos tantos: uno de Ramón y otro de Cristian. Pero la cuestión no es baladí porque Pablo Chavarría y Caye Quintana, los autores materiales del triunfo, llevaban sin marcar una eternidad. Y eso, para un jugador de área, es mortal.
Un año y seis días ha durado el divorcio de Caye Quintana con el gol. El futbolista cedido por el Cádiz no perforaba la meta contraria desde que, precisamente, el cuadro gaditano se enfrentase al Málaga en La Rosaleda en la primera vuelta de la pasada Liga. Eso fue el 12 de octubre de 2019 y sirvió para sellar la victoria por 1-2, pero no para quedarse en el equipo. En enero salió cedido al Fuenlabrada, donde se marchó sin anotar después de jugar 14 partidos.
Más tiempo aún se ha prolongado la sequía de su compañero de fatigas en el ataque malacitano. Corría el 24 de mayo de 2019, en la última jornada de la Ligue One de la temporada 18/19, cuando Chavarría acertó a batir a Buffon. Era el tercer tanto del Stade de Reims al ya campeón PSG. Tardó la sentencia pero la firmó el delantero argentino, que había entrado 20 minutos antes, cuando ya agonizaba el encuentro, en el 94. Fue su quinto gol en el campeonato y el último con el conjunto francés. La campaña siguiente se marchó al Mallorca, donde apenas tuvo oportunidades. 13 encuentros en Primera y 2 en Copa para un total de 319 minutos sin marcar.
Chavarría y Caye Quintana ya se han quitado un mal sabor de boca que aún dura a Orlando Sá. El ariete portugués, ahora en el dique seco, no celebra un gol propio desde el 17 de marzo de 2019. Aquel día marcó el gol del Standard de Lieja que confirmaba una espectacular remontada ante el Waaslan Beveren: de un 0-3 se pasó a un 4-3 en 23 minutos. Dos meses después se rompería el tendón de Aquiles y no volvería a jugar hasta su llegada a La Rosaleda.
Es el único punta que queda por marcar. Los otros dos delanteros del Málaga ya la saben meter.
Titular lamentable, como el mini Merchán