La trituradora de Primera RFEF está a la vuelta de la esquina. Aún sin mapa, pero con unas características muy particulares. La nueva y compleja competición en la que se meterá de lleno este año el Málaga no entiende de escudos. Este viernes, Miguel Rivera, actual entrenador de un recién ascendido como la UD Melilla, pasó por Radio MARCA Málaga para hablar con datos y conocimiento de causa. Con una amplia experiencia en este fútbol de barro habló del riesgo que supone la profesión de entrenador en Primera RFEF.
Y es que el curso pasado, 24 de los 40 equipos participantes cambiaron de entrenador, algunos hasta en cuatro ocasiones, casos de San Fernando o Atlético Baleares. Solo 16 terminaron su año en el banquillo. No hay otra competición tan ‘peligrosa’ como la tercera categoría del fútbol español. Eso sí, hay otros datos que aporta Primera RFEF, mucho más positivos, y a los que se encomienda el Málaga.
Tal y como explican los compañeros de GradaBPro, el 50% de los equipos de Primera Federación consiguen regresar a la categoría de plata un año después. Esta temporada lo ha hecho el Alcorcón y también la SD Amorebieta. Por esta vía casi directa también han pasado más equipos como el Albacete hace dos años. Ni Real Sociedad B, que estuvo peleando hasta el final por conseguir el ascenso, ni Fuenlabrada pudieron lograrlo este curso.
No solo en esta competición sino en cualquier otra, la fiabilidad como local hace cumplir objetivos o al menos los deja muy encarrilados. Más si cabe en un futuro playoff donde el factor clasificatorio es clave. En el grupo I, es cierto que el Deportivo de la Coruña fue el mejor en su feudo con 44 puntos, pero no subió. Sí lo hizo el segundo, el Racing de Ferrol con 43 el Alcorcón con 42. Por el otro lado, La SD Amorebieta con 43 puntos sí obtuvo el premio final. El Eldense llegó hasta la final y nadie conquistó el Nuevo Pepico Amat. Es por ello, que La Rosaleda se antoja fundamental como un escenario en el que deben volar pocos puntos para pelear por el ascenso.