El Málaga afrontará este mercado con cierta tranquilidad. El equipo de Martiricos espera cerrar en los próximos días el fichaje de Alexander González. En principio, el único movimiento que habrá este invierno. El carrilero de origen venezolano está previsto para este fin de semana. La operación está muy avanzada y el acuerdo es cuestión de minúsculos detalles ya cerrados. La idea del club es que el lunes pueda ejercitarse y empezar a preparar con el resto de sus compañeros el partido contra el Albacete en el Carlos Belmonte que abrirá el año 2021 para los boquerones.
La entidad costasoleña no cree que vaya a ocurrir nada más. Eso sí, en La Rosaleda están preparados por si algún equipo quiere pescar en Martiricos. La buena primera parte del curso no ha pasado desapercibida en el fútbol español. Son muchos los sitios en los que se alaba la capacidad que ha tenido el Málaga para resurgir. Con el límite salarial más bajo de LaLiga, los de Pellicer están más cerca de la gloria que del descenso. Este año no habrá rebajas en el cuadro malacitano. Cualquier equipo que quiera a alguno de los jugadores tendrá que pasar por caja. Es la decisión del administrador José María Muñoz.
Manolo Gaspar tiene licencia directa para rechazar cualquier propuesta. La única manera de sacar a un jugador de La Rosaleda será pagando la cláusula. No se volverá a repetir el caso de Antoñín el curso pasado. Una venta ‘obligada’ que sirvió para salvar al Málaga de la bancarrota. Así lo reconoció hace poco la Jueza del Juzgado de Instrucción número 14 en el escrito de rechazo de uno de los recursos en la causa contra los Al-Thani. A día de hoy , las oficinas blanquiazules no han recibido ninguna llamada por algún futbolista.
El conjunto malaguista ha recibido una inyección económica por parte de LaLiga que permite mirar al futuro con optimismo. Cinco millones de euros que servirán para que el Málaga afronte el mercado con tranquilidad. Las cuentas cuadran hasta final de curso. Será entonces cuando el futuro dueño del club tenga que completar el plan de viabilidad de un equipo que está demasiado acostumbrado a vivir en el alambre.