En el Málaga habrá pocas vacaciones. El cuadro de Martiricos ha dado descanso a sus futbolistas pero en las oficinas del club no habrá pausa ni respiro. Hoy mismo han comenzado las reuniones entre Manolo Gaspar y Sergio Pellicer para dibujar el que será el Málaga 2020-2021. Lo primero que tendrán que aclarar es qué jugadores no seguirán. Por desgracia para el club costasoleño, el límite salarial bajará todavía más este curso. Las previsiones de la entidad boquerona reflejadas en el informe del administrador es que esa cifra estará entre los 4 y 5 millones de euros. Muchas aristas que tienen que resolver las dos cabezas visibles del proyecto. La conexión entre Manolo Gaspar y Pellicer es total para trazar las líneas maestras del boceto malaguista.
Pellicer se mantiene a la espera. El entrenador malaguista no sabe todavía que futbolistas van a poder estar en el equipo el año que viene. “A mí me gustaría que un gran número de jugadores que hemos terminado aquí y que creo que han demostrado ese compromiso que siguieran. Eso más los jugadores que hay en el filial. Los números están ahí y más allá de que la afición pueda estar acostumbrada a ver casi el mismo número de jugadores, la frustración que se ha llevado este grupo creo que bien usada es el mayor motivador del futuro”, explicó el preparador.
El técnico blanquiazul cree que la próxima semana habrá noticias sobre el boceto de la plantilla del próximo curso. Esta semana el club hará un último esfuerzo para intentar retener a algunos jugadores. Los de Martiricos quieren hacer un intento extra para quedarse a Luis Muñoz. El canterano ya ha acabado contrato pero su continuidad, muy complicada, sigue en el aire. También busca Manolo Gaspar que algunos de los pesos pesados del vestuario reduzcan su salario. Son los casos de Juankar o Adrián González, con intención de quedarse pero con sueldos muy elevados. Aquellos jugadores que no modifiquen su contrato corren el riesgo de entrar en el ERE que también será dirigido hacia los jugadores. Una conexión total que tiene que dar frutos en unos siete días con unas líneas maestras del boceto malaguista muy definidas.