Restan dos jornadas para que finalice la temporada y en esta ocasión, la calculadora no debería echar tanto humo. Las cuentas del Málaga para la permanencia son bastante sencillas. Más allá de aquella carambola que condenaba a los de Guede al descenso, en esta jornada si ganan el compromiso ante el Burgos certificarán la permanencia. Eso, si no quiere depender de lo que hagan sus respectivos rivales: Amorebieta y Real Sociedad B. Los dos a cinco puntos de distancia.
Es cierto que desde el pasado mes de noviembre La Rosaleda no ve un triunfo de su equipo, pero el estadio blanquiazul colgó el no hay billetes. Guede avisa a los suyos de que habrá que tener paciencia y será un partido cargado de emociones que tendrán que saber medir para evitar la sobreexcitación. La fiesta de poder celebrar la permanencia es un gran estímulo para una afición que ha vivido un año agónico.
Las cuentas son cristalinas. Si el Málaga CF gana su partido, fin de la historia. Si no lo hace deberá poner el foco en sus dos perseguidores. El Sanse y la SD Amorebieta. El filial donostiarra visita al Huesca en el Alcoraz y el equipo vizcaíno acude a Cartagonova. Si ambos equipos caen en sus respectivos compromisos, al Málaga le vuelven a salir las cuentas de la permanencia. No hay que olvidar que a los blanquiazules también les valdría un empate siempre y cuando en Lugo rasquen un punto. Un escenario a evitar, para no tener que prolongar más la agonía.
