Sin Sadiku ni Adrián, sancionados, y sin Luis Hernández, Luis Muñoz, Pacheco, Aarón y Boulahroud, lesionados. Y habrá que ver el estado de Keidi tras los golpes recibidos ante el Girona. Así afrontará el partido ante el Rayo en Vallecas un Málaga que necesita que su unidad B salga al rescate.
Al menos en defensa no habrá que hacer ninguna modificación. Los cinco de la zaga en las dos últimas jornadas, más el portero, están sanos y salvos. Los cambios sí tienen que llegar de medio campo para arriba.
Dependiendo de si Keidi está disponible o no, habrá que buscar un acompañante o encontrar otro doble pivote. Benkhemassa fue el elegido por Pellicer para disputar los últimos minutos ante el Girona una vez que Adrián ya no estaba sobre el terreno de juego. También entraría, ya en el 90, Esteban Rolón por el centrocampista albanés. Ellos dos, por aquello de las fichas profesionales, deberían jugarse el hueco que deja el sancionado capitán.
Pero si Keidi no está, a la par que la ausencia de otro ‘filial’ como Luis Muñoz, podría llegar la oportunidad desde el inicio para Iván Jaime o Quintana o Ramón Enríquez. Y ojo a Mini, capitán del Malagueño, que también ha entrenado esta semana a las órdenes de Pellicer.
Y arriba, no queda otra que colocar a Buenacasa. El delantero cedido por el Mallorca no ha tenido suerte desde su llegada en enero. Una lesión le frenó en seco y luego apenas ha disputado cuatro ratos. Y lo que se le ha visto no da demasiada confianza para suplir a Sadiku, pichichi del equipo con 13 goles. Más que nada porque no es un 9. Pero también porque su nivel ha estado muy lejos de lo que se esperaba.
Así las cosas, con estos cambios, la unidad B del Málaga está ante su gran oportunidad y deberá dar un paso adelante y salir al rescate. Algo que, cuando les ha tocado en pequeñas proporciones de minutos en las segundas partes, no han hecho. En Vallecas tendrán su gran ocasión de redimirse.