El Málaga regresa al Ciutat de Valencia. Epicentro del último descenso a Segunda División. Los blanquiazules cayeron derrotados en el 90+3 con un gol de Boateng y el equipo, por aquel entonces de José González, consumaba la pérdida de categoría. La última bocanada en la élite.
Era la crónica de una muerte anunciada. La temporada fue convulsa en los banquillos y pobre en los resultados. Pese a ello, el Málaga cayó de manera cruel. Casi una analogía a lo que históricamente padece en muchos aspectos. Un partido que no mereció perder, pero perdió. Una historia que suena a bucle. El gol granota llegó en el añadido. Cuando todo apuntaba al 0-0. Boateng liberó al Levante. Los locales salieron del descenso y las lágrimas eran malagueñas. Nadie olvida la famosa estampa de un Martín Aguilar, roto y desolado, en el autobús del equipo blanquiazul.
Fue una temporada para olvidar en La Rosaleda. 4 victorias en todo el campeonato generó uno de los descensos más pobres de la historia de LaLiga. Un Borja Bastón, elegido como artillero principal y solo anotó dos goles. Así un largo etcétera. Ni el cambio de banquillo, ni los fichajes invernales. No hubo reacción. Desde verano la situación presagiaba un desenlace fatídico. Cecchini, Rolón, Gönen… y un jeque que mostró un claro desapego a la par de injerencias en las incorporaciones. Todo el mundo recuerda esa última bocanada en la élite. Una derrota en el Ciutat de Valencia que mandó al Málaga a Segunda División.
