El 2021 ya ha dado sus primeros pasos. Covid y Filomena a parte, el año no ha cambiado mucho para el Málaga CF. Los blanquiazules siguen en una cómoda posición en LaLiga y con problemas de fichas sobre el césped, tal y como finalizó 2020. Otra cosa que de momento no ha cambiado es la situación judicial del club de Martiricos. El administrador judicial debe despedirse en febrero, eso dice la teoría, aunque es un secreto a voces que José María Muñoz prolongará su estancia en Martiricos durante otros seis meses más. Sería la segunda prórroga del malagueño al frente del club de La Rosaleda. El principal culpable de que el club no avance en este aspecto es Al-Thani y su táctica del chicle.
El catarí ha optado por estirar su caso ante la justicia todo lo que pueda. No es la primera vez. Al-Thani es experto en dilatar en el tiempo muchas cosas. Desde un fichaje, lo hizo cuando se metió a director deportivo de la entidad, como también los juicios. Sin ir más lejos, el ex-presidente malaguista debía haber prestado declaración por su administración desleal hace ya mucho, en febrero de 2020. Un mes después de que la policía entrase en La Rosaleda y reclutase material suficiente para probar las tropelías hechas en las cuentas del club.
La llegada del Covid-19 y las maniobras en forma de recursos de Al-Thani han llevado el caso a 2021. Ahora, la familia se excusa en no tener abogado para la cita. La táctica de los Al-Thani de estirar el chicle no favorece absolutamente a nadie. El Málaga no puede avanzar mientras que el caso sigue abierto y este retraso hace que la Jueza puede seguir encontrando resquicios por lo que seguir sumando cargos en su contra.