El tope salarial, el salario Liga o el tormento que supone para clubes como el Málaga. La definición es la misma. Es el dinero que se podrá gastar en la plantilla deportiva inscribible (25 jugadores, primer y segundo entrenador, preparador físico) y la no inscribible (gasto que supone el filial, la cantera y otras secciones deportivas).
LaLiga, aunque aún han de disputarse los playoffs de ascenso, debe cuanto menos dar una orientación casi definitiva a los clubes. Luego, esta cantidad máxima puede variar. Depende de que presenten más ingresos de los comunicados inicialmente a la patronal.
Ahí entran traspasos que se realicen, patrocinios y merchandising, entre otros conceptos. Soñando un poco, podría incluso entrar la devolución de los préstamos y créditos autoconcedidos por los Al Thani. No parece que esa breva vaya a caer.
Esta semana parece crucial para que el Málaga sepa cuánto dinero podrá invertir para configurar su plantilla con el tope salarial. Y si tendrá permiso para inscribir a jugadores por encima del tope salarial o se deberá seguir conformando con dar ficha a futbolistas que cobren un mínimo y un máximo de 80.000 euros brutos.