El Málaga de Sergio Pellicer acumula seis partidos consecutivos sin ganar. Se trata sin duda de la primera gran crisis de resultados de la temporada. Hasta ahora, los blanquiazules solo habían estado tres jornadas sin ganar, entre la 8 y la 10, con los partidos ante Mirandés, Mallorca y Espanyol. Se hablan de muchos factores. La falta de profundidad de plantilla, la falta de gol o creación, jugar sin público en casa o incluso el tema arbitral con el VAR. Es cierto que la plantilla es corta pero el de Nules ha sabido duplicar la labor de algunos jugadores con la intención de que no falta de nada. Sin embargo hay una pieza del puzzle que le falta Pellicer.
Se trata de la figura del centrocampista defensivo. Pellicer ha utilizado en la mayoría de las ocasiones a Luis Muñoz para esa función. El de Nueva Málaga ha jugado en el doble pivote casi siempre. Ramón Enríquez, Escassi, Benkhemassa, Jozabed y Cristian han sido los jugadores que el preparador de Castellón ha utilizado en más ocasiones para jugar en la sala de máquinas. A esos nombres hay que incorporar el del canterano Alberto Quintana.
El de Villanueva del Trabuco apenas sí ha aparecido por las alineaciones del entrenador malaguista. Todo hace indicar a que es el propicio para desempeñar esa función. El problema es el de siempre, la ficha del filial. Con Casas, Ramón y Cristo como titulares hay poco espacio para él y otros como Larrubia o Juan Cruz. La plantilla es corta pero parece que la pieza que le falta a Pellicer para el puzzle es solo una. Ante el Alcorcón no estará Luis Muñoz por sanción ni Benkhemassa por lesión. Será una oportunidad de oro para ver en un momento de crisis qué conejo saca Pellicer de la chistera.