Imagínense completando un puzzle. Tienen una pieza que les tiene bloqueados para continuar, a veces horas, a veces días. Hasta que por fin se hace la luz, encaja y todo fluye con facilidad. Extrapolemos el caso al fútbol y encontraremos algo similar a lo que ha ocurrido con Luis Muñoz.
El malagueño, capitán y jugador franquicia, inició su carrera casi como delantero o mediapunta. Pero siendo juvenil se le puso en el centro de la defensa y con ese rol subió al primer equipo y debutó en el Camp Nou con buena nota.
Después de dos cesiones, al Lugo y al Córdoba, Luis regresó al Málaga para completar como central la plantilla. Sin embargo, cuando Víctor Sánchez del Amo le dio la alternativa en el centro del campo, se le vio más cómodo, más suelto. Y con Pellicer ha terminado de explotar. Ya en los últimos meses de la pasada Liga fue indispensable y en esta, si bien ha tardado en recuperar su nivel, cuando lo ha hecho ha demostrado ser imparable. Lleva cinco goles en sus últimos seis partidos y es ya el máximo realizador blanquiazul.
La clave, el cambio de dibujo. De pivote defensivo ha pasado a interior, con más libertad para incorporarse al ataque. Y ahí, sabiendo que Escassi le guarda las espaldas, Luis Muñoz ha soltado su vena goleadora.
Fernando Hierro y Baptista
Salvando las distancias lógicas en cuanto a logros en la carrera deportiva, algo similar le ocurrió a otro malagueño como Fernando Hierro. De defensa internacional en el Real Madrid pasó al centro del campo con el recordado Radomir Antic. Y ahí se hartó de meter goles.
También podría compararse la metamorfosis de Luis Muñoz con un ex malaguista como Julio Baptista. El brasileño llegó al Sevilla como pivote defensivo. En cuanto le adelantaron la posición temblaron los porteros rivales.
Luis Muñoz inició su racha goleadora con un disparo desde la frontal en la derrota ante el Zaragoza. En la siguiente jornada marcó el 2-0 contra el Rayo. No mojó en la derrota ante el Mirandés, pero se resarció con un doblete ante el Sabadell. Frente al Logroñés se quedó seco aunque estrelló un balón en el larguero que no rebasó la línea de gol de milagro. Sí acertó en la última jornada para marcar el 1-0 ante el Tenerife que acabó con empate polémico.
