Las temporadas son muy largas y las lesiones no dejan de llamar a las puertas del vestuario. Uno de los más afectados ha sido el ’18’, pero parece que vuelve a sonreír y lo ha dejado más que claro frente al Rayo. Infranqueable en defensa, valiente a la hora de atacar en ocasiones y amargándole a Antoñín el ansiado regreso a casa. Ha vuelto la mejor versión de Matos.
Cierto es que el futbolista franjirrojo se siente incómodo por la derecha, pero el carrilero sevillano ha sido una verdadera lapa con el ’15’ a lo largo de la primera mitad. Ni le dejaba recibir balón ni darse la vuelta para encarar. Aunque a veces sin éxito, ha estado muy animado a la hora de avanzar con el cuero en las botas, incluso dando algún pase largo de calidad al desmarque de sus compañeros.
Cuando parecía que Cristo se adelantaba, da un puñetazo a la enfermería y, en especial, a los planes de Pellicer, quien no duda en confiar en él cuando demuestra de lo que es capaz. Y hoy lo ha hecho con creces. Las buenas sensaciones siguen en el Málaga, que se aleja a nueve puntos del descenso y sueña con confirmar la permanencia lo antes posible a falta de quince fechas para terminar el cuento 20/21. La mejor versión de Matos ha vuelto.