Le queda tiempo y días de trabajo por delante al Málaga de Guede para buscar un plan B en el verde. Lo intentó en El Plantío donde se ahogó y acabó sin fluidez. Fue un primer aviso a navegantes, incluso Febas habló de cura de humildad. A partir del 85′ el argentino redibujó al Málaga, pero no le dio ni le llegó a valer para rascar finalmente algo positivo en Burgos. No hubo luz en el apagón. Pese a la gran labor del guardameta Caro, es difícil iluminar de una manera distinta tal y como sigue confeccionada la plantilla en esos momentos de apagón ofensivo.
Es cierto que la falta de efectivos y futbolistas que jueguen por fuera condiciona las posibles soluciones que puede introducir en el verde el argentino. Hasta que no esté a tono Fran Hervías no habrá un extremo puro en plantilla. También podrá ayudar en ese tramo de campo Fran Villalba en la mediapunta. Tras la salida de Kevin, el Málaga anda cojo en esa posición pese a las probaturas veraniegas con Haitam o Issa Fomba en los costados. Además, con ese sistema tan repetido hasta la saciedad (1-3-5-2) o el rombo empleado en los últimos bolos de verano (1-4-4-2). Los rivales conocen al dedillo cómo asfixiar al Málaga que no cuenta con jugadores ‘por fuera’.
El Burgos vio ese déficit y se blindó por dentro. Es más introdujo a más centrocampistas para hacer más rocoso si cabe el sistema defensivo. El Málaga, pese a intentar hacer el campo más ancho no tenía extremos. Gallar salió pero también jugó por dentro. Otra vez apagón y falta de luz. Utilizó a Febas como falso extremo izquierdo en ataque, Ramalho pasó a ser carrilero por la banda derecha. Probaturas. Ensayos fallidos ante la falta de una verdadera pieza que pueda reemplazar a Juanfran Moreno o Javi Jiménez. Algún jugador que encare y centre tras desbordar o superar a su par.
En la izquierda, problemas parecidos. Ni a Javi Jiménez se le ve la proyección requerida para un objetivo ambicioso ni a Víctor Olmo, más allá del fuelle e ímpetu propio de su puesta en escena al final de la temporada pasada, tampoco se le ha visto romper la puerta durante este verano.
No tenemos extremos porque el señor Guede quería jugar de esa manera. Lo malo es que ahora se va a dar cuenta de que en Segunda jugar sin extremos que abran el campo y desplacen a los centrales del contrario en una ayuda a un lateral, y dejar ese hueco para que tus delanteros hagan daño; es un suicidio. Ya vimos contra el Burgos que cualquier rival que acumule efectivos en el centro anula a este Málaga en ataque.
Y carrileros teníamos, pero los dejamos ir: Cristo por la izquierda e Ismael Casas/Ale Benitez por la derecha. Cuando jugaron con Pellicer subian y desdoblaban con el extremo haciendo daño. Una pena que con el equipazo que tenemos hayamos fallado en esto. Este equipo con dos extremos regateadores y que surtan de centros a Fran Sol y Ruben Castro seria carne de playoff.
No tenemos extremos por qué no le da la gana al señor entrenador y no atiende a razones. Quiere cambiar el fútbol ahora?. Eso que inventó es?.Sin lógica ni sentido común.
Ahora sólo pone parches que lo dejan en evidencia y los demás entrenadores lo saben y se aprovechan. No son tontos.