@SuarezRMarca | LaLiga no ha dejado de lanzar advertencias al Málaga, tanto interna como públicamente, de lo que le podía pasar si continuaba incumpliendo las normas del juego limpio financiero. De exigir que equilibrase los 5 millones de euros de desfase del tope salarial pasó a ‘sólo’ pedir que llegara a final de temporada, es decir, que no estuviera tres meses sin pagar a jugadores o a la Agencia Tributaria. Y para eso Tebas fue muy claro: «saben que tienen que ingresar 2 millones de euros en este mercado». Pues no lo hicieron.
La actitud de Shaheen, se supone que de acuerdo con Al Thani, es la de vivir en un mundo sin problemas. «No tenemos ninguno con la LaLiga», ha cacareado varias veces el director general del club, que incluso habla de que la patronal está de acuerdo con los pasos que están dando dentro del plan de viabilidad. El inconveniente es que en el mundo real eso no es así. Al contrario. La LFP ya no se traga las excusas de los dirigentes blanquiazules y están pensando en un castigo ejemplar.
No parece que entre los planes esté expulsar al Málaga como sí hizo con el Reus. Los catalanes llegaron a enero con impagos y el club costasoleño aún no ha caído en ellos. Además, la segunda vuelta ya ha comenzado y sería un agravio comparativo echarlos de la competición para con los equipos que ya han jugado.
Pero la sanción, que seguro que alguna cae, va desde dejarles con el mínimo tope salarial posible, por debajo de los 4 millones de euros en caso de que consigan la permanencia en el campo, hasta un descenso administrativo. El expediente ya está casi cerrado. Sólo espera saber qué castigo le impondrán, lo que depende de lo que vaya haciendo en los próximos meses la entidad de La Rosaleda.