La intrahistoria del penalti: El entrenador de porteros del Oviedo se metió en el campo

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Foto: LaLiga

Lo que el ojo no ve del Málaga CF – Real Oviedo. La intrahistoria del penalti: El entrenador de porteros del Oviedo se metió en el campo.

Todavía colea la acción más determinante del encuentro que enfrentó a malagueños y ovetenses. Corría el minuto 97 de partido, es decir, una de las últimas acciones del duelo, cuando un balón aéreo se paseó por el área ovetense. Cuando parecía que ningún jugador malaguista podría disputar el esférico, apareció Einar Galilea. El central vasco se postuló como posible rematador del centro lateral prolongado por Izan Merino pero un agarrón, tan leve como claro, de Luengo impidió el mismo. El futbolista se fue al suelo y ya se armó el lío.

El colegiado del encuentro, Sesma Espinosa, decidió en un primer momento no señalar la pena máxima, pero el ‘chivatazo’ desde el VAR le hizo ir al monitor a revisarlo. La Rosaleda entró en ebullición y ambos banquillos participaron en la locura que se estaba germinando en Martiricos. Tras la revisión en la televisión durante un par de minutos, el árbitro pitó penalti y expulsó a Luengo con roja directa. El resto es historia. Antonio Cordero fue el encargado de lanzarlo y Aarón Escandell el héroe que lo paró. Pero sucedieron muchas cosas que el ojo humano del aficionado boquerón no alcanzó a ver.

Por un lado, las artimañas de los asturianos para estudiar, como si de un examen del colegio se tratara, al lanzador del penalti, Antonio Cordero. Jesús Unanua, entrenador de porteros del Real Oviedo, saltó al verde de La Rosaleda para aportar todo tipo de información a Aarón Escandell sobre los lanzamientos de penalti de Antonio Cordero, donde estuvo algo más de cinco minutos en lo que se revisaba la acción. El hecho más reciente fue ante el Albacete. Precisamente, de nuevo en el descuento del partido, el jerezano optó por escoger el mismo lado de la portería que ante los manchegos. El meta exmalaguista lo adivinó y realizó una gran parada. Se podría achacar a los jugadores malaguistas y su cuerpo técnico la ausencia de un poco de picardía y poner todas las trabas posibles apra que no fluyera esa conversación entre entrenador de porteros y arquero. El otro fútbol.

Hubo otra intrahistoria, esta vez con actores principales boquerones. Se está debatiendo mucho a lo largo de la semana de si Cordero era el lanzador idóneo o si debería haber pateado otro futbolista. Sergio Pellicer opinó tras la finalización del partido: « “Siempre digo que si hubiese estadio Dioni, lo tira Dioni. Si hubiese estado Roko, lo tira Roko. Hoy estaba Castel pero no estaba preparado para tirarlo. Esto es fútbol. A mí me gusta que los tiren los delanteros«. Pues Castel estuvo metido en la terna.

El delantero madrileño habló sobre la acción del penalti y esos momentos previos al lanzamiento del mismo en 7TV, afirmando que él estaba dispuesto a tirarlo: «Antonio venía de meter y habría sido un gesto feo por mi parte. Le dije: ‘¿Te ves con confianza y lo vas a meter? Me dijo que sí. Con 17 años y 30.000 personas mirándote… habla muy bien de él. Messi, Cristiano, todos fallan«.

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