El Málaga CF se a punto de entrar en el último tercio de la temporada. Antes de arrancar, el club de Martiricos cerró la renovación de su delantero aún lesionado y hasta el año 2023. Una eterna espera la que está habiendo por la figura de Pablo Chavarría que comienza a desesperar a la afición malaguista.
Fue una apuesta muy grande por parte de ‘La Cueva’. Un jugador de 33 años -ahora 34- que se encontraba aún en las etapas finales de su recuperación tras haberse lesionado gravemente de su rodilla. En aquel momento, y aún sin conocer el sorprendente nivel de Roberto Fernández y la llegada de Sekou Gassama, era la decisión más lógica.
No obstante, el Málaga juega este fin de semana la 27ª jornada de LaLiga SmartBank. A punto de cerrar el segundo tercio de curso, el ariete argentino tan solo ha disputado 5 encuentros, con muchas intermitencias y recaídas que son desesperanzadoras. Reapareció ante el Oviedo en el Carlos Tartiere y, tras disputar los primeros 45′ minutos fue sustituido por una nueva lesión.
Desde ahí en adelante, tuvo intervenciones ínfimas en el verde. 6 minutos en La Rosaleda en la derrota ante el Amorebieta, 7 minutos en el empate en Ipurúa y 9 minutos en la humillante caída frente al Leganés antes de año nuevo. Su última actuación, esta vez completa, fue de 90 minutos en la victoria ante el Alcorcón. Desde ahí, el jugador no ha levantado cabeza y ha vuelto a entrar en una vorágine de malas sensaciones y lesiones que no parecen tener fin. A pesar de haber pisado el verde hoy en los minutos finales del entrenamiento, no se ve todavía la salida de ese túnel.
La eterna espera por Pablo Chavarría no es muy alentadora. Lo que sí que es cierto es que la plantilla necesita de su experiencia y liderazgo para poder sacar adelante una situación precaria de aquí al final de temporada.
