Hoy tenía que ser su día. Un jugador que ha sido muy criticado estos últimos años. No daba el rendimiento que se le esperaba. La vuelta a la competición tras el confinamiento le sentó bien hasta el punto de ser una pieza indispensable en los planes de Pellicer. Nadie mejor podía resarcirse de sus cenizas para salvar al equipo. Cuando más se le necesitaba. Y ese no es otro que Juanpi Añor y el gol de su vida. El venezolano abrió la lata del partido que acabaría sellando ‘Tete’ Morente para certificar la permanencia del Málaga en Segunda división.
Un ‘vinotinto’ tenía que ser el complemento ideal para el menú de hoy. El partido no arrancó bien en clave blanquiazul: muy bien en defensa, no tanto en términos ofensivos. Pero una acción puntual desequilibró la balanza. ‘Maradoniana’. Espectacular. Perfecta. Se acaban los calificativos para hablar de la jugada de Juanpi Añor. Recuperación en zona media, se fue de dos a la vez -un tercero incluido- y se plantó solo frente al portero para engañarle y rematar con delicadeza el 1-0.
Lo más curioso es que este es su primer y único gol en toda la temporada. A falta de una sola jornada. Un futbolista que no terminaba de convencer a la afición y que ha disipado cualquier tipo de dudas que podía ocasionar. La cuestión es que Pellicer ha recuperado la mejor versión del venezolano. Es una lástima que las obras en la Avenida de Andalucía hayan llegado a su fin, porque habrá que reanudarlas y hacerle un monumento. ¿El nombre? Muy fácil: ‘Juanpi y el gol de su vida’.
