El Málaga quedó muy tocado en El Toralín. El equipo malaguista naufragó desde el minuto uno del choque y tuvo en El Bierzo su peor tarde en mucho tiempo. Los jugadores quedaron un poco marcados en algunas de las acciones del partido ante los de Bolo. No se libra tampoco el entrenador asturiano que por primera vez también tuvo su parte de culpa clara en la derrota de su equipo. José Alberto no encontró la brújula de un equipo que perdió el centro del campo del partido desde el principio hasta el final. Sin reacción y con unos cambios que no funcionaron.
Apostó el entrenador por dar entrada a Jozabed en el campo por la baja de Luis Muñoz. El sevillano no tuvo su día, como la gran mayoría de sus compañeros. Primero en un doble pivote junto a Escassi que no fue capaz ni de contener ni de crear. El Málaga se ahogó en el centro del campo donde Agus Medina, Erik Morán, Naranjo, Espiau y Dani Ojeda hacían y deshacían a su antojo. No hubo Málaga en la primera mitad pese a que las cifras señalaban que la posesión era de los blanquiazules.
En la segunda parte el entrenador no encontró la solución. José Alberto perdió la brújula cuando sacó del campo a Kevin, el único capaz de llevar peligro en los primeros 45 minutos. El entrenador dio también entrada a Ramón y Haitam, pero dejó en el campo a Jozabed, al que colocó de segundo punta. La solución no fue tal. Al poco tiempo volvía a rectificar el entrenador que dio entrada a Paulino por dentro para meter en el campo a Antoñín, que tampoco estuvo fino. José Alberto no acertó a arreglar el desastre del primer tiempo y el Málaga fue humillado en un partido donde alguna acción de Dani Martín y la suerte evitaron una derrota todavía más dolorosa.