Después de seis días sin levantar el pie del acelerador, la plantilla del Málaga disfruta hoy de una jornada de calma antes del Vélez. Tras las dobles sesiones de martes y jueves, el equipo blanquiazul afronta una nueva semana de pretemporada con el ruedo frente al filial en la retina y con el primer amistoso en el punto de mira. El nuevo proyecto de José Alberto medirá sus sensaciones iniciales el próximo miércoles a partir de las 20:00 sobre el césped artificial del Vivar Téllez.
El duelo de entrenamiento frente a los pupilos de Funes y Bravo pocas conclusiones puede sacar, independientemente de que faltan piezas para completar el puzzle 21/22. Manolo Gaspar trabaja junto a su equipo en La Cueva de La Rosaleda con el objetivo de traer, de forma prioritaria, un portero, un central y un delantero referencia que acompañe en la nueva recámara ofensiva al recién llegado Brandon Thomas. Todo esto sumado al granito de arena que aportarán los canteranos, vitales durante el curso pasado.
La planificación de cara al estreno liguero frente al Mirandés es cristalina con hasta seis amistosos señalados en el calendario. La guinda al pastel la pondrán el próximo 7 de agosto ante el Tenerife en Martiricos. El contexto extradeportivo actual lo marca la subida de contagios por coronavirus en la Costa del Sol. Predecir si habrá gente o no en las gradas es ir a ciegas. De momento, la calma precede antes del Vélez.