Enésimo paso atrás del Málaga CF ante su gente. La previa al choque estuvo marcada por un recibimiento que nunca se llegó a producir tal y como estaba previsto. La afición quería arropar el autobús del estadio desde horas antes, pero esa imagen nunca se produjo. La mayor parte del vestuario blanquiazul accedió al estadio en sus vehículos personales y no en el bus oficial. El primer desplante. El siguiente llegó con la deserción de sus jugadores en el segundo tiempo. El divorcio fue total con la imagen dada en el verde donde se escucharon cánticos de: ¡Jugadores, mercenarios!
El hundimiento deportivo a raíz del 0-1 también deja tocado a un Natxo González que no rasca puntos. Seis de veintisiete. Su figura queda en el entredicho y solo la propia dinámica institucional del club lo ratifican en el cargo.
De nuevo, los blanquiazules encajaron con mandíbula de cristal el gol de Marc Mateu. No reaccionó tampoco el técnico con cambios en la pizarra. Trató de revolucionar el partido , ya con el 0-2, con la entrada de Brandon y Antoñín. Hombre por hombre.
No hay que negar que antes del descanso las sensaciones fueron satisfactorias, sobre todo en el último tercio de primera mitad, pero este Málaga solo se activa a base de arreones. Intermitente y sin gol. Poco más. El hundimiento deportivo y el divorcio entre la grada y el club crece a pasos de gigante.
SON LOS DESECHOS DE TODOS LOS EQUIPOS LOS QUE SE AN FICHADO
NO TIENEN NI PUTA IDEAS DE PISAR EL CÉSPED
SON CABRAS LOCAS,
CULPAS LOS ESTRENADORES QUE NO SABEN PLANTAR A SUS JUGADORES EN EL SITIO ABECUADO
Como todas las relaciones entre 2 si uno lo entrega y lo da todo pero el otro no hace lo mismo al final la relación se rompe. Este equipo no está dando ninguna alegría a su afición ni compromiso,ni coraje ni fe. Mentalmente son muy débiles y ni ellos mismos se creen capaces de salvar a este equipo del descenso.