El Málaga CF tiene un partido crucial para su historia este fin de semana. La Rosaleda será testigo de un lleno absoluto en un choque que es una final, así lo vive el vestuario en las horas previas al partido. El club y la figura de Guede apelan al espíritu del ascenso a Segunda contra el Terrasa para el duelo de este fin de semana en Martiricos. Bravo, Basti, Manolo Gaspar, los ‘pichitas’ y el propio Guede reclaman al malaguismo su presencia el sábado en el templo contra el Oviedo.
Basti compartió delantera con él y confiesa que “es o blanco o negro, Pablo Guede no tiene grises. Si te tiene que decir algo, te lo dice a la cara. Tanto en el fútbol como en la amistad”, confiesa el paleño. Enrique Ruiz, preparador físico del equipo, también lo define de forma parecida. “Como entrenador, sólo tienes que conocerlo, Pablo es transparente. Tal como lo ves es, como entrenador y como persona. Toda esa energía que tiene, la transmite desde el primer hasta el último minuto del entrenamiento.Transmite en cada momento ese gen competitivo y guerrero que lleva dentro”.
Guede define aquel choque contra el Terrasa como el más importante de su carrera. Miguel Zambrana, utillero del equipo recuerda aquel día con una sonrisa. Aquel 28 de junio de 1998 cambió la historia de Guede y del Málaga. El club afrontaba la vuelta de la final de la liguilla de ascenso de 2ª División ‘B’ con mucha desventaja. En la ida, el Terrassa FC se impuso por 3-0 al conjunto blanquiazul. Aun así, por muy difícil que pareciera, tocaba intentar remontar en La Rosaleda. “Guede me vio tan apesadumbrado al final del partido que se acercó a mí y me dijo: “Miguel, ¡esto lo sacamos nosotros para adelante! En La Rosaleda, con nuestra afición, con nuestra gente, ya verás…”. Y al final, lo cumplió”, confiesa Zambrana en la intimidad de La Rosaleda.
El argentino toma la palabra para definir qué es el malaguismo. “Si te pones a ver la historia, son huevos y corazón. Estar en los peores momentos y cuando te tocan los buenos, que no son muchos, hay que disfrutarlos. El malaguismo siempre está luchando, apoyando y yendo. Y dale y dale y dale. Eso es el Málaga, no lo podemos perder. Es el momento para decir: “Acá estamos nosotros”, finaliza un Guede que apela al espíritu de aquella tarde del Terrasa y a una final como la que el equipo vivirá ante el Oviedo.
Lastima que los jugadores actuales no tengan ni de lejos ese espiritu, tu puedes guede meteles humo, amooooooosssssd
Al Oviedo hay que ganarle o ganarle.Los jugadores tienen que darlo todo en el campo, cómo ha hecho el Madrid está noche, con un equipo inferior al contrario.Desde El Puerto de Santa María , este malagueño quiere disfrutar de la Permanencia de nuestro equipo.
Ojalá se ganase sólo con eso. Las categorías y las clasificaciones colocan a cada cual donde debe. La calidad es necesaria, al menos una pizca.