Esto es el Málaga CF. De la noche a la mañana, los escenarios cambian de un polo al opuesto. Si bien las dos primeras jornadas dejaron imágenes muy mejorables del conjunto de Martiricos -sobre todo la del debut en casa-, la tercera ha sacado a la superficie las actuaciones de jugadores que deben ser clave a lo largo de la temporada. Fran Sol fue uno de los protagonistas más destacados, y dejó muy claro que su vitola de ‘escudero’ de Rubén Castro se queda muy corta.
El madrileño cuajó un encuentro sensacional en muchos aspectos. A pesar de sus cualidades físicas propias de un delantero de área, el ariete dio muestras de lo que es capaz lejos de ella. En el centro del campo fue capaz de apoyar en muchos momentos, casi como si de un mediapunta se tratara. No solo bajando balones de espaldas, que también, sino combinando con el resto de integrantes de la medular en corto y oxigenando el juego.
A pesar de no ser su punto fuerte, también la banda sonrió en Anduva al ex del Eibar. Sus continuas caídas a los costados permitieron que el resto de compañeros tuvieran muchos huecos donde progresar por dentro, algo que resalta su capacidad de lectura del juego. Por otro lado, la asignatura del gol fue superada. Tuvo una en la primera mitad que terminó, de rebote, en los pies de Javi Jiménez para hacer el primero. A la segunda no perdonó: pase filtrado de Álex Gallar para que el madrileño fusilara la portería de Ramón y pusiera el 1-3 definitivo.
Fue el mejor partido hasta la fecha de Fran Sol, que de simple ‘escudero’ no tiene nada. El killer de 30 años conforma una de las patas de una dupla que puede y debe aportar muchísimos puntos al Málaga CF 22/23.
