El Málaga afronta con ilusión la tercera ronda de la Copa del Rey. El torneo del KO depara la visita de un equipo de Primera a La Rosaleda. Algo que no ocurre desde que el conjunto de Martiricos descendió a Segunda en mayo de 2018. Aquel último partido fue una derrota ante el Getafe por la mínima. Andrés Prieto, Álex Robles, Luis Hernández, Diego González, Lestienne, Adrián, Iturra, Lacen, Rolán, Success y En-Nesyri formaron el once titular de los blanquiazules. Un recuerdo muy lejano ya en el tiempo. El Málaga ha jugado con otros primeras desde entonces pero siempre en partido amistoso. Sin ir más lejos este mismo verano ante el propio Granada y el Valladolid. El vestuario tiene ganas de Copa.
El partido ilusiona a la plantilla malaguista. La mentalidad de los futbolistas malacitanos es la de pasar todas las rondas posibles. Son sabedores de que llegar a semifinales o la final sería un hito histórico. La situación en Liga, a ocho puntos de los puestos de descenso, permite a los costasoleños poder hace un guiño a una competición que no se da nada bien en Málaga. Cinco años llevaba el equipo sin pasar una ronda y nunca en la historia actual consiguió pasar más de dos. “Ganar atrae ganar”, fue una de las frases que más se ha repetido entre las cuatro paredes del vestuario.
Hacer un buen papel en Copa también puede servir de escaparate a algunos de los jugadores que están cedidos en La Rosaleda. Solo el tema de las fichas preocupa en el seno malaguista. Pellicer buscará una formula en la que la ilusión, la cantera y la ambición tengan sitio. Es la recete que el preparador de Nules tiene para la visita del Granada. El vestuario quiere Copa del Rey y que el sueño siga viva al menos otra ronda. Una que pueda permitir ver a FC Barcelona o Real Madrid pero no de visita.