El Levante es el primer equipo en descender de categoría. La goleada del Real Madrid acabó por hundir las aspiraciones de permanencia del equipo de Quico Catalán. Hace ya varios años que el Málaga vivió en sus carnes el mal trago del descenso. Lo vivió precisamente ante el Levante el 19 de abril de 2018, el último verdugo del Málaga en Primera División.
Es imposible olvidar aquella imagen de las lágrimas de un Paco Martín Aguilar roto en el autobús del Málaga CF ya con el descenso bajo el brazo. Ni el consuelo del presidente del Levante consolaban al consejero consultivo blanquiazul.
Uno de los descensos más dolorosos por parte del Málaga CF. Y es que ya era palpable y medible como la deriva del club quedaba ratificada con la pérdida de la categoría que a base de bandazos tanto en la gestión deportiva como en el verde presagiaban tal desenlace. Con la derrota por la mínima, los valencianos dejaron al equipo de José González hundido a falta de cinco jornadas por disputarse.
En el tiempo añadido. Entre Boateng e Ignasi Miquel mandaron la bola al interior de la meta de Roberto y se confirmaba el descenso de los malagueños con ese gol en el descuento (1-0).
Por su parte, no ha sido la mejor temporada del Levante. Evidentemente el descenso no es casualidad y el proyecto del equipo valenciano queda en el aire. Ésta vez no fue verdugo el Levante sino que acabó condenado. Todos son responsables. La crisis institucional es total. Desde la continuidad de Quico Catalán al frente del club, pasando por la más que evidente salida de futbolistas y la dudas de si debe seguir el último entrenador en llegar, el técnico novel Alessio Lisci.