El Málaga dispone de un último billete a la permanencia. No sabe si le dejará en buen puerto, pero es la última oportunidad que tendrá el equipo blanquiazul de seguir peleando hasta el final por lograr la permanencia. El último golpe de fe pasa por vencer a un Racing de Santander que vive un momento menos turbulento. La Rosaleda colgará el cartel de no hay billetes. Las peñas, grupos de animación y aficionados, agotan las entradas disponibles.
Las sensaciones no son positivas tras la derrota en Granada. De nuevo, errores de bulto condenaron al equipo a firmar su décimo cuarto tropiezo del campeonato liguero. La situación sigue siendo delicada, pero la plantilla y parte de la afición quieren agarrarse al milagro. También la Grada que rugirá el domingo.
El calendario dice que restan 39 puntos hasta el final. 13 jornadas que deben disputar los de Sergio Pellicer, siete partidos en La Rosaleda. Todo comienza ganando al Racing de Santander. Al equipo de José Alberto. Tu mejor ex de los últimos años.
Este jueves le tocó hablar a uno de los hombres fuerte del vestuario. Un Alberto Escassi que traslada un mensaje de unión y ganas del vestuario por revertir y salir del pozo, pero la afición ya no tolera. «Tenemos que salir a morder, a ganar. Entiendo que las palabras se las lleva el viento y la gente quiere hechos, no palabras», explicó al respecto.
El tópico periodístico del ‘partido más importante de la historia reciente del Málaga’ cobra más fuerza que nunca en esta cita. La afición lo sabe y dará un último golpe de fe a un equipo que no lo demuestra. Las consecuencias pueden ser devastadoras. Y es que quedarte a diez puntos de distancia en caso de derrota es un descenso virtual en el mes de marzo.