El Málaga CF, hablando de una forma literal, perdió por 3-1 ante el Hull City. No obstante, los mimbres que se pudieron observar en el primer choque del verano son más que prometedores. Hubo un capitán general de las operaciones que, a pesar de la veteranía que se ha fichado, sobresalió aún siendo el más joven del once inicial. Recuerden esta fecha: el primer beso de Andrés Caro se produjo en el Marbella Football Center en verano de 2022, y promete no ser el único.
Jerarquía, liderazgo y mucha cabeza. Desde el principio, el de Rincón de la Victoria dejó claro que en la defensa mandaba él. Acompañado por Genaro en la zaga central -y a ratos por Juanfran en esa posición de ‘falso central’-, Andrés fue el principal valedor de la salida de balón planteada por Guede. Buscando en corto a Ramón, Jozabed o Álex Rico encontró esas sociedades que dieron opción a salir por dentro.
Sin embargo, hubo un detalle más que importante. Fran Sol y Rubén Castro, a muchos metros de distancia, conocían de la capacidad de jugar en largo que tiene Caro. Los dos arietes, activos en la primera mitad, siempre buscaban un desmarque cuando el joven central tenía el balón en sus botas. Y vaya que si los encontraba. En varios desplazamientos en largo, los delanteros pudieron encontrar zona de peligro.
La guinda llegó en la segunda mitad. Cuando más lo necesitaba el equipo, y con un gol ya en contra por parte del Hull City, el chico volvió a ganar uno de los muchos duelos aéreos que tuvo durante el encuentro para mandarla a guardar a la portería de Ingram. Rabia y motivación en una celebración que queda en las retinas del malaguismo. Un vuelo sin motor que supuso el primer beso de Andrés Caro como jugador del primer equipo al escudo que lo ha visto nacer. Hay central para rato, solo hace falta cuidarlo y dejar que la magia siga su curso.
A ver lo que nos dura..