El niño que soñó pisar La Rosaleda, lo consiguió. Dio pasos de gigante. Como ese Málaga que vio desaparecer, pero creció como él. Con precisión, con orgullo, con memoria, con compromiso y con fe. También con la honestidad de defender los colores de un equipo que amó y que ahora recuerda. Lo hace en forma de libro que trajo este martes al concesionario de KIA Ruedatur. El niño que soñó pisar La Rosaleda narra la historia de las distintas anécdotas de Javier Souviron. Masajista, fisio y ‘confesor’ de muchos jugadores que defendieron al Club Deportivo Málaga y al Málaga CF. Casi tres décadas de vivencias. «Tengo demasiados recuerdos. Lo dejé así y no creo que surja la segunda parte. Tenía que contarlo por tenerlo ahí dentro, y que las personas conozcan todos mis recuerdos. Lo he pasado bien cuando lo he vivido, pero no tanto a la hora de escribirlo. Que la gente no busque rajadas ni cosas negativas. Explico lo que es el futbol desde dentro y todo lo que me ha impresionado, cosas que por desgracia la gente no vive y toca el corazón a cualquiera. Yo empecé en el 1983. Viví toda esa época, hasta la muerte del club cuando despareció. Me volvieron a contratar cuando estaba en Segunda B. Estuve hasta la época que entró el jeque«, comentaba a Radio MARCA Málaga.
El año de la Champions lo disfrutó como seguidor blanquiazul. Eso sí, nadie le quita el sabor de la Intertoto. Una de las mejores imágenes históricas para la ciudad. «Las cotas altas las viví como aficionado. También tengo que decir, si tenemos un poco de vanidad, es que viví la Intertoto. Hablo de sentimientos. Para mí supuso el éxito de un grupo que empezó en Segunda B, que se fueron incorporando jugadores poco a poco, y en la actualidad aún sigue unido. Me fui del Málaga con una camiseta y un grupo de Whatsapp»
Este miércoles se presenta el libro en La Rosaleda y espera que muchos integrantes de esa gran familia malaguista que paseó por primera vez el nombre de Málaga por Europa esté presente. «Hoy precisamente se estaba gestionando porque quería hacer una comida. Gente que quiero mucho. Hay una relación personal, incluso fuera de la institución con muchos jugadores. Uno de los secretos, en el primer año, que se estaba peleando por la permanencia, decidimos pasar la Navidad con todas nuestras familias en un hotel«, reconoce Souviron.
Sin destripar en demasía el libro, Javier Souviron se emociona al recordar uno de los 18 episodios de los que cuenta el libro. «Juanito protagoniza una de las mejores anécdotas del libro: se marchó aplaudido de Atocha. Era un artista, pero también una persona muy temperamental. Atocha era un campo que tenías que pedir permiso para aplaudir y que había tenido grandes broncas con él. Lo cambiamos y se puso todo el mundo en pie. Me emocionó por la calidad humana de la gente«, asegura.
Todo empezó con un hobby. El periodista malagueño Dani Marín le ayudó a que esos artículos, que cedió al Desmarque Málaga, tuvieran forma y color en un libro. «No seguía el fútbol. Vi un partido de la selección y no conocía ningún jugador salvo Sergio Ramos. Escribí en mis redes sociales y a la gente le gustó y me animó a que escribiera más. Dani me abrió un blog en El Desmarque. Todo se lo debo a él. Había artículos que no se habían publicado, y estuvimos hablando de hacer un libro. Así fue«, confiesa.
Masajista, terapeuta y hasta psicólogo de muchos jugadores que pasaron por sus manos. La enfermería era algo más que eso. Una sala, una alcoba donde el futbolista contaba sus problemas diarios. Tras muchos años y muchos jugadores. Souviron recuerda algún que otro nombre propio. «El que más me ha sorprendido es Darío Silva. Por eso está en la portada del libro. Pero hay otros muchos: con Pablo Guede. Por ejemplo tengo muy buena relación, son gente que me han llenado mucho. Tiene un artículo en el libro. Son 19 capítulos y 148 páginas
Dani Marín, autor del prólogo del libro también habló de la figura de Souviron y de qué se puede encontrar en esta obra para la historia del CD Málaga y también del Málaga CF: «Ha sido una delicia ayudarle junto a Mariano Pozo, la editorial, la fundación del club, encargada del acto en La Rosaleda. Siempre ha tenido esa lealtad. Aún Javier tiene la memoria cristalina para acordarse de todo. La gente tiene en su mano un producto para revivir o rememorar las cosas tan bonitas que ha vivido este club. Su inspiración le ha venido viajando: Javi ha llegado a coger un AVE a Madrid y volver solo para escribir», comentó.